Dicen que en la variedad está el gusto. Tras varios años viajando por el norte profundo, en el verano de 2024 decidimos regresar a lugares más cálidos. Dar un descanso a las latitudes cercanas al Ártico y a los caprichos de su clima. Acabamos haciendo un crucero entre Estambul y Atenas, a bordo de una hermosa bricbarca. El viaje por mar duró poco más de siete jornadas. Para complementarlo, pasamos los días previos en Estambul y los siguientes en Atenas. El resultado fue un itinerario de 13 noches, de las cuales 4 dormimos en un hotel junto al Bósforo, 7 a bordo del Sea Cloud II y las dos restantes a los pies de la Acrópolis.

Kilitbahir Kalesi, en los Dardanelos

Kilitbahir Kalesi, en los Dardanelos.

Con aquel viaje, buscábamos cumplir de un solo golpe varias antiguas aspiraciones. La primera, volver a Estambul. Una ciudad que nos había fascinado cuando la visitamos por primera vez, en la primavera de 2007, y a la que el destino parecía empeñado en impedirnos regresar. También queríamos navegar por los Dardanelos. Otro viejo anhelo, que se había visto igualmente frustrado por el trágico atentado de 2016 en el Aeropuerto Internacional Atatürk. Por último, llevábamos tiempo queriendo visitar el Museo Arqueológico Nacional de Atenas. Un lugar que habíamos dejado de lado en nuestros anteriores viajes a la capital griega.

A bordo del Sea Cloud II

A bordo del Sea Cloud II.

También pretendíamos evitar un crucero al uso, después de haber realizado los dos últimos en pequeños barcos de expedición. Curioseando por la web de la naviera alemana Sea Cloud, vimos un itinerario entre Estambul y Atenas, a bordo de un hermoso velero de tres mástiles. Más allá de Estambul y Atenas, no hacía escala en ningún puerto que conociéramos. El barco tenía capacidad para 94 pasajeros, con el aliciente añadido de que la navegación a vela sería una parte fundamental de la experiencia a bordo. No necesitábamos más argumentos.

Cristo Pantocrátor en Santa Sofía

Cristo Pantocrátor en Santa Sofía.

El itinerario quedó como sigue:

Plaka, en Milos

Plaka, en Milos.

Al contrario que en nuestros viajes al norte, aquí salió todo más o menos como estaba previsto. Es una de las ventajas de viajar por zonas civilizadas y con un clima razonablemente previsible. Nuestros mayores contratiempos acabaron siendo una huelga parcial en el Museo Arqueológico de Atenas y el calor. Un calor del que habíamos escapado en nuestras últimas vacaciones y que logró condicionar parte del viaje. Sobre todo en Estambul y Atenas, donde organizamos la mayor parte de nuestros días en dos mitades, con una larga pausa durante las horas de mayor bochorno. Aun así, nos fue imposible evitarlo en Éfeso, donde acabó convirtiéndose en una auténtica pesadilla.

Estambul desde la azotea del Pera Bosphorus

Estambul desde la azotea del Pera Bosphorus.

Los hoteles fueron más o menos lo que esperábamos. En Estambul, junto a los muelles de Galataport, el panorama desde la azotea donde desayunábamos todas las mañanas, con la ciudad histórica al frente, era una auténtica maravilla. Al igual que en Atenas, donde también empezábamos la jornada disfrutando de las espléndidas vistas de la Acrópolis, también desde la terraza superior del hotel. En cambio, el Sea Cloud II estuvo muy por encima de lo que habíamos imaginado. Sobre todo, gracias al magnífico camarote que tuvimos la suerte de disfrutar.

La Acrópolis tras el ocaso

La Acrópolis tras el ocaso.

En resumen, un viaje sumamente interesante, que cumplió holgadamente nuestras expectativas. Sin embargo, como ya había imaginado, me dejó un fuerte sentimiento de nostalgia. Añoraba el norte, con sus paisajes limpios, su luz suave, su clima impredecible y sus páramos solitarios. Al final, fue superior a mis fuerzas. Apenas 40 días después de regresar a Madrid, tomaba un vuelo con destino a Keflavik. El precoz otoño de Islandia me estaba esperando.

Para ampliar la información.

Realizamos el crucero con la naviera Sea Cloud: https://www.seacloud.com/en/.

En Estambul, dormimos en el Pera Bosphorus Hotel: https://www.perabosphorushotel.com/.

En Atenas, en el Acropolis View: https://www.acropolisviewhotel.gr/es/home.