Atenas es una urbe extraña. Un deslumbrante pasado procedente de la antigüedad clásica, rodeado por una ciudad moderna, sin excesivo interés. Y, en medio, prácticamente nada. Apenas encontraremos vestigios del periodo comprendido entre las primeras invasiones bárbaras, en el siglo III, y la moderna Grecia independiente, a principios del XIX. Uno de los pocos edificios procedentes de este largo paréntesis es Agios Eleftherios. Una iglesia diminuta, a la sombra de Megali Mitropoli. La insulsa Catedral Metropolitana de Atenas.

Junto a la catedral

Junto a la catedral.

Agios Eleftherios, cuyo nombre se traduciría por el mucho menos poético San Eleuterio, se ubica en la misma plaza que el principal templo de la Atenas moderna. Encajonada entre el muro meridional de la catedral y una pequeña arboleda, es perfectamente posible que, eclipsada por el tamaño de aquella, su presencia pase completamente desapercibida. Aunque, una vez hayas puesto tu mirada en su fachada, esta te atraerá irremisiblemente. Ya desde la distancia, la iglesia resulta tan extraña que sentirás la necesidad de acercarte a intentar averiguar si tu primera impresión era correcta, o el calor te está haciendo alucinar.

Antiguos elementos funerarios

Antiguos elementos funerarios.

Y es que Agios Eleftherios se podría describir como una «iglesia collage», levantada con piezas procedentes de otros edificios. Spolia, si queremos dárnoslas de cultos. Algunos, parecen tener su origen en la antigüedad clásica. En la Atenas medieval, no debía ser difícil conseguirlos. Otros, de iglesias de los siglos XII y XIII. Incluso hay un fragmento del cual sabemos que, en 1436, aún estaba en el Ágora Griega. Al menos, eso dejó escrito Ciriaco de Ancona. Un viajero italiano, al que algunos consideran el padre de la arqueología.

Cúpula octogonal

Cúpula octogonal.

Por tanto, resulta muy complicado datar una iglesia de la que tampoco tenemos la menor constancia documental. Algunos, basándose principalmente en la tradición local, llevan su construcción hasta finales del siglo VIII, durante el reinado de Irene de Atenas. La primera mujer que logró alcanzar el título de Augusta y gobernó en solitario el Imperio Romano de Oriente. Pero la abundancia de fragmentos posteriores parece desmentir esta hipótesis. Otros apuntan a que, precisamente por el testimonio de Ciriaco de Ancona, la iglesia debería ser posterior a 1436. Aunque tampoco podemos estar seguros de que todas las piedras fueran colocadas simultáneamente, sin ulteriores alteraciones.

Detalle de la parte superior

Detalle de la parte superior.

Sin embargo, sabemos que en el mismo lugar hubo al menos otros dos edificios. El más antiguo, un templo dedicado a Ilitía, diosa protectora de las parturientas. Posteriormente, alrededor del año 600, se edificó una primera iglesia. Algunas de sus piedras acabaron en la actual Agios Eleftherios. También sabemos que era conocida como Panagia Gorgoepikoos y fue abandonada tras la guerra de independencia griega. Entre 1841 y 1863 sirvió para alojar la biblioteca pública de Atenas. Después, volvería a ser una iglesia. Primero, dedicada al Cristo Salvador. Finalmente, a San Eleuterio. Su estado actual es fruto de la restauración de 1856, cuando se retiraron varias adiciones modernas, como el campanario.

Interior de Agios Eleftherios

Interior de Agios Eleftherios.

Agios Eleftherios no destaca por sus dimensiones. Su planta, con forma de cruz inscrita, apenas tiene 7,6 metros de largo y 12,2 de ancho. De los antiguos frescos que cubrían su interior tan solo nos ha llegado una imagen de la Virgen, decorando el ábside. Parece proceder de los siglos XIII o XIV. Personalmente, me llamaron más la atención los relieves con restos de policromía. Algunos eran cruces o formas geométricas, otros representaban plantas o animales. No he logrado encontrar la menor documentación sobre ellos.

Fachada principal de Agios Eleftherios

Fachada principal de Agios Eleftherios.

En cambio, el exterior de la iglesia ha sido ampliamente estudiado. Sobre todo, el largo friso que hay sobre su entrada, entre dos capiteles de orden corintio. El friso, del siglo IV AEC, parece ser una representación de los meses del antiguo calendario ático, con actividades propias de cada periodo. Destaca la del mes Hecatombeón, durante el que se celebraban los Juegos Panatenaicos. En ella encontraremos la única representación existente de la Nave Panatenaica. Imagen que fui incapaz de encontrar. Principalmente, por mi inexperiencia. Aunque también ayudó que parte del grabado haya sido destruido por dos cruces, aparentemente añadidas en tiempos del Imperio Latino.

Detalle de la esquina noroeste

Detalle de la esquina noroeste.

Algo que es frecuente en la iglesia. Numerosas piedras de origen pagano han sido «cristianizadas» mediante el expeditivo método de añadir crucifijos. En ocasiones, aprovechando zonas vacías en el diseño original. Por ejemplo, en la esquina noroccidental encontraremos una figura masculina, del periodo clásico, junto a una cruz patriarcal añadida posteriormente. Que este diseño concreto no fuera utilizado antes del siglo X nos da pistas sobre la época en que pudo realizarse la modificación.

Mezcla de elementos

Mezcla de elementos.

En otro lugar podemos ver un hombre, con una cruz añadida en cada uno de sus lados. A la derecha, encontraremos dos piezas, una de ellas cortada, aparentemente procedentes del techo de algún edificio clásico. Toda la iglesia sigue esta linea, entremezclando elementos clásicos y medievales, cristianos y paganos. Podemos encontrar grifos, cuyos antecedentes estarían en las mitologías asiria y acadia, y esfinges, originarias del antiguo Egipto. Sería posible pasar horas contemplando y fotografiando cada detalle de la iglesia y, posteriormente, días intentando desentrañar cada uno de estos detalles.

Figuras mitológicas

Figuras mitológicas.

En una ciudad que, más allá de su impresionante legado clásico, parece tener poco que ofrecer, Agios Eleftherios es una pequeña joya, que nos permitirá atisbar los largos siglos oscuros que atravesó Atenas. Una era en la que su población apenas superaba los 4.000 habitantes y que solo finalizaría, tras la independencia helena, por el capricho de un rey extranjero, llegado desde la lejana Baviera. Que, además, la iglesia suela pasar desapercibida, no hace más que aumentar su encanto. Con un poco de suerte, podrás tenerla solo para ti.

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Para ampliar la información.

En los Viajes de la Diletante encontraremos una buena entrada sobre la iglesia: https://losviajesdeladiletante.blogspot.com/2020/11/la-insolita-y-muy-original-iglesia-de.html.

En inglés, la siempre interesante The Byzantine Legacy tiene un artículo sobre Agios Eleftherios, aunque en este caso usen su otro nombre, Panagia Gorgoepikoos: https://www.thebyzantinelegacy.com/gorgoepikoos.

En el blog Daydream Tourist encontraremos una entrada sobre la cristianización de los elementos reciclados: https://daydreamtourist.com/2012/11/26/recycled-stone-in-athens/.

Y en The Symbolic World, sobre la mezcla entre los simbolismos pagano y cristiano: https://www.thesymbolicworld.com/content/bridging-the-ancient-and-medieval-worlds-pagan-and-christian-symbolism-in-the-little-metropolis-church-panagia-gorgoepikoos-in-athens-greece.