Recorriendo la carretera 214, también conocida como Kerlingardalsvegur, durante una excursión a Þakgil. Sus escasos 16 kilómetros permiten llegar a uno de los lugares más deslumbrantes y menos conocidos del sur de Islandia.
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Recorro el suroeste de Islandia, entre Vík í Mýrdal y Reikiavik, en una espléndida jornada de febrero. Priorizando el uso de vías secundarias para, en la medida de lo posible, esquivar el tráfico de la Ring Road.
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Improviso una visita al amanecer a Lágey, la parte más baja y oriental del promontorio de Dyrhólaey. Acaba siendo mucho más larga y satisfactoria de lo que inicialmente había previsto.
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Un itinerario invernal entre Öræfi, junto al Vatnajökull, y Vík í Mýrdal, al sur del Mýrdalsjökull, recorriendo el tramo meridional de la Ring Road. De camino, visto el Svínafellsjökull, vuelo en avioneta sobre Skeiðarársandur y disfruto de un espectacular atardecer en Dyrhólaey.
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Un hermoso atardecer invernal en Háey, la sección occidental y más elevada del promontorio de Dyrhólaey. El más conocido y meridional de los numerosos inselberg que jalonan la deslumbrante costa sur de Islandia.
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Una excursión aérea sobre Skeiðarársandur, volando frente a los glaciares Svínafellsjökull, Falljökull y Skaftafellsjökull, para terminar adentrándonos unos cuantos kilómetros sobre los hielos perpetuos del gigantesco Skeiðarjökull.
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Regreso en invierno al Svínafellsjökull, mi glaciar favorito de Islandia. Consigo acertar con una mañana espléndida, que aprovecho para completar mi ya abultada galería de fotos sobre el lugar.
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Un recorrido invernal entre el Fosshotel Vatnajökull, en Höfn, y el hotel Skaftafell, en Öræfi. Aprovecho la espléndida mañana para intentar visitar los glaciares Svínafellsjökull y Fláajökull, normalmente inaccesibles en esta época del año.
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Itinerario invernal entre Húsavík y el lago Mývatn, en el norte de Islandia, en un día de invierno con las temperaturas extraordinariamente bajas, pero sin viento. Uno de los días más mágicos que jamás he podido disfrutar en Islandia.
