Inicié mi ruta poco después de las ocho de una mañana con un cielo bastante encapotado. Mejor. Conducir en Islandia con el sol de cara no suele ser una experiencia demasiado agradable. La gran llanura que debía atravesar siempre me ha parecido una de las zonas menos interesantes de la isla, aunque al arrancar desde Hella ya me había quitado de encima aproximadamente la mitad de la planicie. Quince minutos antes de las nueve, podía ver a mi izquierda la gran colina de Stóra Dímon, flanqueada por los contrafuertes occidentales del Eyjafjallajökull. Se acababa la monotonía.
Me detuve justo antes de cruzar el puente sobre el Markarfljót. Hacia el sur, la silueta de las Westman se difuminaba entre la bruma. La llanura aluvial se prolongaba hacia unas islas que, para el ojo profano, bien podían parecer un grupo de los numerosos inselbergs que salpican el sur de Islandia. Al menos de momento, no lo son, pues un brazo de mar de 7 kilómetros separa la más septentrional de las islas de la costa junto a Landeyjahöf. Aunque no es descartable que, en un futuro aún lejano, los sedimentos arrastrados por el Markarfljót, o alguno de los violentos jökulhlaups que periódicamente asolan la zona, acaben colmatando el canal.
Al otro lado de la Ring Road, la atracción era Seljalandsfoss. Quizá la cascada más masificada de Islandia. A pesar de estar en temporada media y ser relativamente temprano, comenzaba a hacerse notar la presencia de turistas. La cascada es sin duda hermosa, pero nunca he regresado a sus pies después de haberla podido visitar, durante la primavera de la pandemia, en la más absoluta soledad. Un lujo que difícilmente logre volver a disfrutar.
Mi siguiente parada no estaba muy lejos. Apenas unos metros al este del Markarfljót, la hermosa Drífandi í Fljótshlíð se descolgaba desde las estribaciones del Eyjafjallajökull. Siempre recordaré la primera vez que vi la cascada, durante una mañana de agosto tan ventosa, que Drífandi desaparecía a mitad de su recorrido hacia la llanura, con su caudal regresando hacia el cielo. Desde entonces, tan solo la niebla es capaz de impedir que me detenga junto a la Ring Road, a contemplar brevemente el salto de agua.
Volví a parar tras avanzar 25 kilómetros hacia el este. Esta vez frente a Skógafoss, otra de las cascadas más turísticas de Islandia. Pero, una vez más, evité acercarme a sus pies. Aparqué al comienzo de la pista que lleva a la granja de Drangshlíðardalur, buscando una perspectiva concreta del salto de agua. Acerté a la primera, logrando una foto limpia de Skógafoss, desde un ángulo poco habitual y sin la muchedumbre que suele congregarse a sus pies.
Fue en esa parada cuando comencé a barruntar un nuevo plan. La mañana no hacía más que mejorar y la previsión para la tarde era aún más favorable. ¿Y si cambiaba la excursión a Rauðibotn por otra más ambiciosa, hasta Þakgil? Significaría ahorrar kilómetros al día siguiente y, lo que era aún más importante, acometer en unas condiciones bastante favorables la caminata más larga, complicada e incierta de todo el viaje. El único problema era mi falta de forma física, que había pensado compensar con alguna ruta previa. Decidí llegar de un tirón hasta la gasolinera de Vík í Mýrdal. Allí volvería a consultar la previsión meteorológica y tomaría la decisión final.
Kerlingardalsvegur.
Para ampliar la información.
En https://depuertoenpuerto.com/de-vik-i-myrdal-a-selfoss/ puedes ver un recorrido en sentido contrario, realizado en verano.
En el blog hay varias entradas sobre los lugares que quedan junto al margen de este tramo concreto de la Ring Road:
Seljalandsfoss: https://depuertoenpuerto.com/a-solas-en-seljalandsfoss/.
Skógafoss: https://depuertoenpuerto.com/skogafoss/.
Skógasafn: https://depuertoenpuerto.com/skogasafn-el-museo-de-skogar/.
Kvernufoss: https://depuertoenpuerto.com/un-breve-paseo-invernal-a-kvernufoss/.
Sólheimajökull: https://depuertoenpuerto.com/en-el-solheimajokull/.
Dyrhólaey: https://depuertoenpuerto.com/dyrholaey/.
Reynisfjara: https://depuertoenpuerto.com/reynisfjara/.
Eldhraun: https://depuertoenpuerto.com/eldhraun/.
Fjaðrárgljúfur: https://depuertoenpuerto.com/el-canon-de-fjadrargljufur/.
Por último, si careces de experiencia conduciendo en Islandia, quizá te interese leer esto: https://depuertoenpuerto.com/conducir-en-islandia-la-guia-completa/.