Las islas Svalbard son las más septentrionales de Noruega y el lugar habitado más próximo al polo norte. Visitamos Bjørnøya, en su extremo meridional, para después atravesar los estrechos de Freemansundet y Hinlopen y terminar recorriendo el espectacular Liefdefjorden.
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Pasamos un día en las aguas del Liefdefjorden, uno de los fiordos más septentrionales de Spitsbergen, recorriendo un entorno de una belleza tan espectacular como salvaje, rodeado de impresionantes glaciares.
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El glaciar Hannabreen se encuentra en la orilla septentrional del Liefdefjorden, al norte de Spitsbergen. Finalizamos nuestro periplo por Svalbard dando un breve pero interesante paseo hasta una de sus antiguas morrenas.
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El glaciar Monacobreen se ubica en el extremo meridional del Liefdefjorden, en el norte de Spitsbergen, donde forma un frente de hielo de casi 4 kilómetros de ancho.
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El estrecho de Hinlopen separa las dos islas principales de Svalbard. Recorrer sus aguas, no siempre libres de hielo, permite acceder a varios de los lugares más interesantes del archipiélago, tanto en Spitsbergen, su isla principal, como en Nordaustlandet.
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Un recorrido en barco por el Lomfjorden. El fiordo se ubica en el noreste de Spitsbergen, la mayor isla del archipiélago de Svalbard. Contemplamos sus extraños paisajes en un día brumoso, que los hacía aún más irreales, para acabar llevándonos una agradable sorpresa.
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Los acantilados de Alkefjellet, en el este de Spitsbergen, son uno de los lugares más fascinantes de Svalbard. Además de su extraña forma y su interés geológico, durante el corto verano boreal son el hogar de decenas de miles de aves, que forman un espectáculo increíble, digno de ser contemplado.
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Un paseo en zódiac frente al extremo meridional del glaciar Bråsvellbreen, en la isla de Nordaustland, en Svalbard. El frente glaciar que forma junto al vecino Austfonna es el mayor del hemisferio norte.
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Un día visitando la reserva natural de Søraust-Svalbard, en el sureste del archipiélago, a bordo del SH Vega. Aunque la niebla y la mala suerte trastocaron nuestros planes iniciales, pudimos disfrutar de un entorno increíblemente salvaje, en una de las zonas más remotas de Svalbard.
