Dyrhólaey.
Nuestra siguiente parada fue Skógafoss, una de mis cascadas favoritas de la isla. Apenas nos detuvimos quince minutos a sus pies. Los justos para hacer un par de fotografías, mientras disfrutábamos de un entorno mucho más tranquilo de lo habitual. Ni tan siquiera nos planteamos subir por la escalera metálica que permite contemplar la parte superior de Skógafoss.
Parte de la culpa de nuestras prisas las tuvo Gljúfrabúi. Esta vez, estaba decidido a adentrarme en el angosto pasaje que conduce a los pies de la cascada. Dejamos el coche junto al camping de Hamragarðar y nos dirigimos hacia la estrecha grieta, por la que al final me adentré en solitario. Olga recelaba de la impermeabilidad de su calzado. Pese a tener tan solo 40 metros de altura, Gljúfrabúi es una visita interesante. Aunque la grieta se ensancha en el lugar donde cae el agua, éste sigue siendo un espacio angosto, que magnifica las dimensiones de la cascada. En cualquier caso, la gran cantidad de agua pulverizada que flota en el ambiente se une al ruido que retumba en las paredes para crear un ambiente en el que resulta incómodo permanecer más de unos minutos.
Estando a medio kilómetro de Seljalandsfoss, no fuimos capaces de resistirnos a dar un paseo hasta una de las cascadas más populares de Islandia. También la encontramos bastante más tranquila de lo habitual, por lo que pensamos que era una buena ocasión para recorrer el sendero que pasa tras la cascada. En ese momento, nos dio por consultar el reloj, para comprobar que era casi la una de la tarde. Había que tomar una decisión sobre el resto de la jornada.
El plan A era recorrer parte del valle del Markarfljót. Bien por su orilla meridional, avanzando por la temida F249 hasta que encontrásemos un vado infranqueable, bien por la F261, en la orilla norte, intentando explorar su primer tramo de cara a un posible itinerario en el verano siguiente. El problema era que, desde nuestra posición, podíamos ver claramente el aguacero que estaba descargando con furia sobre el gran recodo del río, junto a Stóra Dímon. Lo que estuviera pasando aguas arriba, quedaba fuera de nuestro ángulo visual, oculto tras las estribaciones occidentales del Eyjafjallajökull. No nos costó mucho decidirnos por el plan B, aunque nos obligó a partir de inmediato rumbo al puerto de Landeyjahöfn.
Una excursión a Heimaey.
Para ampliar la información:
En https://depuertoenpuerto.com/doce-dias-en-islandia/ se puede ver nuestro itinerario completo alrededor de Islandia durante el verano de 2020.
Quien no tenga experiencia conduciendo en Islandia, puede encontrar ayuda en https://depuertoenpuerto.com/conducir-en-islandia-la-guia-completa/.
La ruta es una de las más trilladas de Islandia, por lo que no es difícil encontrar información. Por ejemplo, en el blog Preparar Maletas describen el itinerario en sentido contrario: https://www.prepararmaletas.com/2016/09/islandia-dia-2-recorrido-selfoss-vik.html.
En inglés, Guide to Iceland tiene una breve entrada sobre Gljúfrabúi: https://guidetoiceland.is/travel-iceland/drive/gljufrabui.
Impresionantes cascadas.
Muchas gracias por compartir estos lugares.
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