Conocido popularmente como Glacier Lagoon, Jökulsárlón es el más grande y famoso entre los lagos glaciares de Islandia. Su origen es bastante reciente. Antiguamente el glaciar Breiðamerkurjökull, una de las lenguas del inmenso Vatnajökull, llegaba a tan solo 230 metros del mar abierto. Desde aproximadamente 1890 comenzó a retroceder, al principio lentamente, pero con más rapidez a partir de 1920. Las primeras referencias a una laguna de origen glaciar son de 1933 o 1934, no está del todo claro. En 1975 ya tenía una extensión de 8 kilómetros cuadrados, que han crecido hasta los casi 18 de la actualidad, con una profundidad estimada de 248 metros. Actualmente, la lengua del glaciar flota sobre sus aguas, en las que vierte gran cantidad de bloques de hielo, creando una de las maravillas naturales de Islandia.

Turistas en Jökulsárlón

Turistas en Jökulsárlón.

Llegué a Jökulsárlón sobre las tres y media de la tarde, con cierto retraso sobre el horario previsto. Aunque faltaba más de media hora para el comienzo del atardecer, el día se había vuelto de un gris plomizo y la luz comenzaba a escasear. Según entraba al aparcamiento, me llamó la atención la gran cantidad de coches que lo ocupaban. Como era de esperar, muchos coches significaban mucha gente. Se hizo evidente que me podía ir despidiendo de la tranquilidad que había disfrutado en el este de la isla.

Icebergs en Jökulsárlón

El hielo cubre Jökulsárlón.

Lejos de desanimarme, me puse los crampones y empecé a caminar hacia el norte, bordeando la orilla oriental del lago. Como suele suceder, no tuve que recorrer ni quinientos metros antes de encontrarme prácticamente solo, con la única excepción de una chica que, sentada en un gran bloque de hielo varado en la orilla, permanecía en silencio, extasiada por el paisaje. No era para menos. Sobre las aguas parcialmente congeladas del lago, flotaba un increíble amasijo de témpanos. Desde luego, no eran los inmensos e inmaculados icebergs que había podido contemplar meses antes en el sur de Groenlandia. Pero el espectáculo, a pesar de no ser tan grandioso, era de una extraña belleza. Como no quería interrumpir el trance de la joven, que en cualquier caso no se había inmutado por mi presencia, seguí adelante, atravesando un pequeño arroyo completamente congelado y remontando la colina que había a continuación.

Jökulsárlón desde la colina

Jökulsárlón desde la colina.

La altura me permitió tener una mejor perspectiva de Jökulsárlón. La cada vez más escasa cantidad de luz, unida a la difusa neblina que me acompañaba desde Stokksnes, no creaban las mejores condiciones de visibilidad. Apenas podía ver las desdibujadas formas de las montañas al otro lado del lago y era imposible distinguir la lengua del Breiðamerkurjökull, más allá del velo grisáceo que dominaba el cielo hacia el norte. Por contra, la escasa visibilidad impregnaba el paisaje con un extraño halo de misterio.

Hielo en Jökulsárlón

Hielo en Jökulsárlón.

Los témpanos que flotaban sobre las gélidas aguas del lago eran de lo más variados. Algunos, grandes placas de hielo plano que apenas se elevaban sobre el agua. Por contra, otros presentaban formas extrañas, acentuadas por los cambios de color en el hielo, que iba desde el blanco puro hasta un negro intenso, pasando por diversos tonos de azul, todo ello en varios grados de transparencia. La amalgama de bloques de hielo, a veces literalmente amontonados unos sobre otros, me tuvo entretenido un buen rato, hipnotizado por la rareza del espectáculo que tenía ante mi.

Haciendo el imbécil en Jökulsárlón

Haciendo el imbécil en Jökulsárlón.

Finalmente decidí que iba siendo hora de desandar el camino. Cuando llegué a la zona próxima al aparcamiento pude comprobar que, a pesar de que la tarde iba avanzando, había aumentado el número de visitantes. Algunos se entretenían gritando, o arrojando piedras sobre el hielo. Otros, ignorando los carteles que avisaban del peligro, subían a las placas de hielo que flotaban cerca de la orilla. En resumen: la peor cara del turismo, en Islandia o en cualquier otro lugar del mundo. Pasé de largo lo más rápido que pude, dirigiéndome al canal por el que desagua el lago.

Diamond Beach

Diamond Beach.

Mi siguiente destino estaba unos seiscientos metros más allá, justo donde el canal llega al mar: la playa de Jökulsárlón, también conocida como Diamond Beach. Una kilométrica franja de arena negra, famosa por los bloques de hielo que reposan sobre su arena. El lago desagua por un canal, de aproximadamente 70 metros de ancho, pero de escasa profundidad. Los grandes bloques de hielo se amontonan en su cabecera, donde el agua los va deshaciendo lentamente. Finalmente, cuando su calado se ha reducido lo suficiente, logran superar la barrera y alcanzan el mar. Muchos son arrojados por las olas sobre la playa, donde quedan varados hasta que la mezcla del oleaje y las condiciones atmosféricas los acaban descomponiendo.

Fotografiando Diamond Beach

Fotografiando Diamond Beach.

La playa estaba algo menos concurrida que el lago. Claramente, había dos tipos de personas: por un lado estaban los Fotógrafos y por otro estábamos el resto de los mortales. Distinguir a los primeros era sencillo. Además de la clásica cámara con una abultada lente, el trípode y la mochila, iban equipados con botas de agua que les llegaban hasta la cintura. Pronto comprendí el motivo. Buscando la composición más interesante, o el efecto del movimiento del agua junto al hielo, no dudaban en acercarse a la orilla, hasta el punto de acabar más de una vez con el agua por encima de las rodillas.

Parte oriental de Diamon Beach

Parte oriental de Diamon Beach.

Pasé un buen rato vagando sin rumbo por Diamond Beach, que desde luego hacía honor a su nombre. Al igual que en el lago, las formas, colores y grados de transparencia de los bloques de hielo eran asombrosamente variados. Si a esto unimos el continuo romper de las olas y el reflujo del agua sobre la arena negra, era perfectamente posible pasarse una vida haciendo fotografías sin repetir una toma. Con razón la playa tiene tanta fama entre la comunidad de fotógrafos de paisaje. Entretenido, no advertí que la amenazante nube negra que cubría el horizonte hacia occidente estaba cada vez más cerca. Hasta que noté los primeros impactos en la cara. En unos segundos, granizaba con tanta intensidad que me vi obligado a buscar el único refugio posible, bajo el vecino puente de la Ring Road.

Llega la noche a Jökulsárlón

Llega la noche a Jökulsárlón.

La tormenta apenas duró unos minutos. Cuando terminó, oscurecía por momentos. Era hora de emprender el regreso al coche. De camino, me detuve en el lugar donde el lago desagua en el canal, junto al aparcamiento. El granizo había tenido la virtud de ahuyentar a la mayor parte de los visitantes, sobre todo a los más ruidosos. Apenas quedaban coches y la zona estaba sumida en una serena quietud, dominada por el sonido del agua al pasar entre los bloques de hielo. Una foca curioseaba entre los témpanos, asomando su cabeza esporádicamente, aquí y allá. Aunque me llamaron más la atención lo que creo eran un par de patos, nadando tranquilamente en las gélidas aguas. Como tantas veces ocurre, con la calma, Jökulsárlón parecía un lugar distinto.

Para ampliar la información:

La web Guide to Iceland tiene un artículo en español sobre la laguna: https://guidetoiceland.is/es/blogs-islandia/frojasriano/mi-islandia-jokulsarlon.

Entre las numerosas entradas de blog que he visto, la más interesantes parece estar en viajaporlibre.com (https://www.viajaporlibre.com/blog/jokulsarlon-el-mayor-lago-glaciar-de-islandia/) y en Ciudad Dormida (https://ciudad-dormida.blogspot.com/2016/04/lago-de-jokulsarlon-viaje-al-mayor-lago.html).

En https://depuertoenpuerto.com/islandia-en-invierno/ se puede ver mi primer itinerario invernal por Islandia.

En inglés, el blog ZigZagonearth.com tiene una entrada bastante completa, con buenas fotografías: https://www.zigzagonearth.com/jokulsarlon-lagoon-iceland/.

También es interesante la entrada en Iceland Buddy: https://www.icelandbuddy.com/a-beginners-tour-guide-to-jokulsarlon/.

Quien quiera sacar todo el partido fotográfico a la zona, debería visitar previamente las webs iceland photo tours (https://iceland-photo-tours.com/articles/photography-tutorials/tips-for-photographing-jokulsarlon-glacier-lagoon) y photogtaphylife (https://photographylife.com/landscapes/how-to-photograph-jokulsarlon). Como es evidente, yo no lo hice.