De Puerto en Puerto. El blog.
De vez en cuando, intercalo alguna entrada diferente, sin el menor orden ni periodicidad. Simplemente, lo hago cuando se me ocurre. Mi idea es ir aumentando la frecuencia de estas entradas. Sobre todo cuando, finalmente, ya no se me solapen los viajes pendientes. Si es que algún día lo logro.
Quien haya llegado hasta aquí buscando la antigua portada, puede verla en este enlace.
Mi jardín digital.
Bienvenido a mi espacio personal en la web. Nació como un blog centrado en experiencias viajeras, aderezado con notas de historia, ciencias naturales y reflexiones personales. Lentamente, se está convirtiendo en algo distinto. Veremos dónde me lleva este nuevo camino.
Soy el «padre» de casi todas sus entradas, aunque encontrarás algunas redactadas por otras personas. Amigos de toda la vida, nuevas amistades conocidas durante alguno de mis viajes o simplemente autores de otros blogs, que han tenido a bien escribir en el mío.
Si quieres saber más sobre la génesis de este espacio, puedes visitar la página El blog y yo.
En este enlace encontrarás la forma de contactarme. Aunque también puedes dejar un comentario al final de esta página.
No soy muy amigo de las redes sociales, pero en la actualidad es casi imposible escapar de ellas. Si, por algún extraño motivo, decides seguirme, aquí explico la forma de hacerlo.
Islandia.
Llegué por primera vez a las costas de la Tierra de Hielo, casi por casualidad, en el verano de 2017. Desde entonces, mis visitas son cada vez más frecuentes. Como dice Leonardo Piccione en su espléndido libro Atlas novelado de los volcanes de Islandia, «Islandia es una enfermedad». Y yo tengo todos los síntomas.
En Háblame de Islandia intento sintetizar mi particular visión de la isla. Creo que no lo consigo.
Venecia.
En Venecia, una lenta agonía, expongo mi peculiar punto de vista sobre la ciudad. Un destino que llevo visitando desde la infancia y al que siempre anhelo regresar.
Noruega.
He viajado por Noruega en coche, avión, ferrocarril, autobús y barco. De todos estos medios de transporte, sin duda me quedaría con el último. Conocer desde un buque la intrincada costa del País de los Fiordos es una experiencia sumamente interesante. Hacerlo por la antigua ruta postal, que sigue uniendo Bergen con Kirkenes, será inolvidable. Describo mis sensaciones recorriéndola durante el invierno en Hurtigruten: un viaje épico hacia el Ártico noruego.
En otras páginas web.
En un mundo que comienza a estar anegado por la «inteligencia artificial», cada vez será más importante escribir para pensar (en inglés).
El nuevo enfoque de esta página nació de un interesante artículo de Elena Madrigal: Jardines Digitales contra la SobreInformación.
Giles Turnbull nos explica su interesante punto de vista sobre la RSS y sus ventajas sobre el “scroll infinito” de las redes sociales (en inglés).
Otros blogs.
Mientras tanto, con cada bitácora personal que desaparece se va una experiencia irrepetible. Mejor o peor narrada, más o menos interesante, pero siempre valiosa. En un futuro no tan lejano, arqueólogos digitales se esforzarán en recuperar los restos de blogs extintos, intentando averiguar cómo era la web antes de la avalancha de infantilización, futilidad y transitoriedad impuesta por las huestes a sueldo de Mark y Elon y sus millones de inconscientes seguidores.
Fronteras es un blog atípico. Una interesante mezcla de experiencias viajeras y curiosidades geográficas, narradas por Diego González.
Sergio García i Rodríguez es el alma detrás de Singularia. Un blog con viajes que intentan salirse de los caminos más trillados.
En Las Sandalias de Ulises Clara Estrems nos cuenta las alegrías y las penas de viajar sola siendo mujer.
La Cartoteca no es un blog de viajes. Pero los mapas son el mejor amigo del viajero y aquí los encontrarás en abundancia.