Mi plan tenía un problema: Bryggen. Para llegar a Bergenhus tenia que pasar frente al barrio más famoso de Bergen y lograr no sucumbir a su llamada. Mi último paseo por su interior, en un amanecer del anterior invierno, había sido tan agradable que tuve que hacer acopio de toda mi determinación para no perderme entre sus callejones.
Superada la tentación, pasé frente a Mariakirken, la iglesia más antigua que queda en pie en Bergen y la única cuyo interior conozco. Di un breve rodeo por la calle Kronen, flanqueada por casas tradicionales de madera, para luego seguir por Øvre Dreggsallmenningen, que me llevó a Bergenhus. La fortaleza tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando fueron construidos sus dos edificios más prominentes: la Torre Rosenkrantz y el Salón de Haakon. Había visitado ambos en el verano de 2017. Pero Bergenhus es en realidad dos fortalezas: Holmen y Sverresborg. Entre ambas se extendía antiguamente una zona pantanosa, conocida como Veisan y actualmente desecada, que atravesé camino de la ensenada de Skutevik, que se encuentra apenas cien metros más al norte.
Finalizado el ritual de la visita a Bryggen, recogí el equipaje en el hotel y di un tranquilo paseo hasta los muelles de Nøstebukten, en los que tenía que embarcar rumbo a Stavanger. Fjordline comparte edificio con Hurtigruten. No pude evitar sentir cierta nostalgia mientras atravesaba las mismas salas en las que, un año atrás, había esperado para embarcar rumbo al ártico noruego. Esta vez zarpaba hacia el sur a bordo del Bergensfjord, un ferry que durante todo el año hace la ruta entre Bergen y Hirtshals, en el extremo septentrional de Dinamarca.
Unos minutos antes de partir, subí a la cubierta 10 para despedirme de Bergen. Era la cuarta vez que zarpaba desde sus muelles en menos de cinco años. La tercera desde la zona de Dokken, en el Puddefjorden, por lo que la vista me era familiar. A pesar de las nubes, la cima del Ulriken era perfectamente visible. Por contra, el cielo estaba completamente cubierto por un manto gris. Una vez más, me iba de Bergen sin conseguir ver el cielo azul desde sus calles. Aunque, en el fondo, tampoco me importó. Bergen sin lluvia no sería la misma.
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En https://depuertoenpuerto.com/de-oslo-a-reikiavik/ se puede consultar mi itinerario invernal entre Oslo y Reikiavik.
La web oficial de turismo de Noruega tiene una sección dedicada a Bergen: https://www.visitnorway.es/que-ver-en-noruega/noruega-de-los-fiordos/bergen/.
El blog Los Traveleros tiene una buena entrada, con 25 cosas que hacer en Bergen: https://lostraveleros.com/que-hacer-en-bergen/.
En inglés, la página oficial de turismo de Bergen está en https://en.visitbergen.com.
En Life in Norway hay un blog dedicado a la ciudad: https://www.lifeinnorway.net/places/bergen/.
El blog Heart My Backpack tiene varias entradas sobre Bergen, entre ellas https://www.heartmybackpack.com/norway/special-things-bergen/ y https://www.heartmybackpack.com/norway/weekend-in-bergen/.
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