Verás fotos realizadas con los medios más diversos. Desde un simple móvil hasta una cámara «full frame», pasando por alguna toma de dron. Al final, aunque la tecnología indudablemente puede ayudar, lo realmente importante es saber elegir el momento y el lugar. O tener la fortuna de pasar por allí en el instante adecuado. Algunas de las fotos son fruto de la suerte. En cambio, otras nacieron de un esfuerzo sostenido en el tiempo. A veces, tuve que regresar a un lugar en repetidas ocasiones y pasar allí varias horas hasta que, finalmente, logré la toma que buscaba. O una lo suficientemente satisfactoria, que quizá logre mejorar en el futuro. Sinceramente, no sé a cuál de ellas tengo más cariño. El tiempo necesario para hacer algunas de las fotos me ha permitido conocer profundamente varios de los lugares más deslumbrantes de Islandia. Pero he de reconocer que lograr una buena toma de forma «casual» también puede ser una sensación reconfortante.
Las fotos están ordenadas cronológicamente. En cada una explico los detalles de la toma y las sensaciones que tuve antes y durante el momento de realizarla. En el mapa que hay sobre estas lineas puedes ver el lugar aproximado desde el que está realizada cada una. Casi todas las fotos han aparecido anteriormente en el blog, aunque probablemente no las hayas visto, al estar perdidas entres las más de 300 entradas que llevo publicadas sobre Islandia. También he puesto un enlace a la entrada correspondiente, por si quieres verlas en contexto o ampliar la información.
Tabla de contenidos
Amanecer en Lækjavik.
¿Cuándo? a las 10:00 del 14 de febrero de 2019.
¿Dónde? Playa de Lækjavik, mirando hacia Stapi y los canchales de Þvottárskriður.
¿Cómo? iPhone XS, JPEG, modo automático.
¿Porqué? La tercera mañana de mi primer viaje invernal a Islandia era tan apacible como gélida. El desvío que lleva desde la Ring Road a la playa de Lækjavik estaba completamente congelado. Me pareció más prudente descender caminando sobe la nieve del campo. Según llegaba al mirador, el sol logró salir por encima de las nubes, iluminando el paisaje con una luz increíblemente cálida, que contrastaba con el frio paisaje que llevaba recorriendo desde primera hora, regalándome uno de los momentos más serenos que jamás he disfrutado en Islandia. Fue todo un golpe de suerte. He regresado numerosas veces a la misma playa y jamás he vuelto a encontrar un entorno tan hermoso.
Entrada del blog: Lækjavik.
La fuerza de Aldeyjarfoss.
¿Cuándo? a las 12:03 del 31 de julio de 2020.
¿Dónde? Frente a la cascada Aldeyjarfoss, cerca del extremo septentrional de la F28.
¿Cómo? iPhone XS, JPEG, 4.25 mm., 3 seg.
¿Porqué? Visitamos Aldeyjarfoss en una mañana plomiza y gris, tan dura como hermosa, con la idea de conseguir una toma de larga exposición de una de las cascadas más salvajes de Islandia. Cuando llegamos frente a la poza, me di cuenta de que no llevaba encima los filtros ND. Una cortina de agua, cada vez más próxima, presagiaba la inminente lluvia. En lugar de regresar al coche, decidí probar suerte y, aprovechando la escasa luz, intentar hacer la toma con el teléfono. Tras varias pruebas, finalmente logré acertar con la exposición adecuada. Justo a tiempo. En apenas un par de minutos, nos alcanzó un gélido chubasco.
Entrada del blog: Una excursión hasta Aldeyjarfoss.
En las puertas del infierno.
¿Cuándo? a las 11:57 del 27 de abril de 2021.
¿Dónde? desde la ladera oriental del monte Fagradalsfjall.
¿Cómo? Panasonic DC-TZ200, RAW, 15.4 mm., f/5, 1/800 seg, ISO 200.
¿Porqué? Tras lograr coronar la senda B, en los primeros días de la erupción en Geldingadalir, llegué frente al paisaje más apocalíptico que jamás he podido contemplar. Sensación que se veía acrecentada por hallarme en la más absoluta de las soledades y los sonidos y olores generados por la erupción. En aquel momento, aún había tres conos activos, aunque en la foto tan solo se aprecia aquel que finalmente acapararía todo el flujo de lava. Unos meses después, el valle sería sepultado por éste y aquella vista dejaría de existir, reemplazada por un enorme cono volcánico.
Entrada del blog: Una excursión por el Fagradalsfjall.
El Mælifell a vista de dron.
¿Cuándo? a las 15:21 del 12 de agosto de 2021.
¿Dónde? desde la llanura de ceniza al este del monte Mælifell.
¿Cómo? DJI Mini 2, JPEG, modo automático.
¿Porqué? Tras lograr atravesar Mælifellssandur en unas condiciones difícilmente mejorables, fruto de una mañana fresca en la que apenas había deshielo, hicimos una pausa en medio de la llanura de ceniza. Pese a tener el sol de cara, la ausencia de viento me animó a volar el dron sobre un paisaje completamente irreal. Las verdes laderas del Mælifell se elevaban sobre la planicie grisácea, con la superficie helada del Mýrdalsjökull como telón de fondo. Mientras tanto, a pesar del relativo frescor, el agua procedente del glaciar atravesaba erráticamente la llanura, rumbo al cercano Brennivinskvisl.
Entrada del blog: Al norte del Mýrdalsjökull.
Hofði en invierno.
¿Cuándo? a las 15:06 del 19 de febrero de 2022.
¿Dónde? desde uno de los miradores de Hofði que dan hacia Klasar.
¿Cómo? Panasonic DC-TZ200, RAW, 12.8 mm., f/5, 1/1000 seg, ISO 200.
¿Porqué? Llegué a Hofði en una jornada mágica. Por la mañana, la niebla y una temperatura inferior a -20ºC habían dejado una hermosa cencellada. El día fue mejorando, para dar paso a una tarde asombrosamente serena, sin el menor viento y con una luz increíblemente suave. Desde uno de los miradores de la península que dan al Mývatn pude fotografiar las someras aguas del lago, parcialmente congeladas, enmarcadas por la arboleda de Hofði y las extrañas formaciones de lava de Klasar.
Entrada del blog: Un paseo invernal por Hofði.
Invierno en Goðafoss.
¿Cuándo? a las 14:36 del 20 de febrero de 2022.
¿Dónde? desde el mirador sobre Goðafoss ubicado en la orilla oriental del Skjálfandafljót.
¿Cómo? Panasonic DC-TZ200, RAW, 12.8 mm., f/8, 3.2 seg, ISO 125.
¿Porqué? Aunque Goðafoss fue la primera cascada que conocí en Islandia, nunca ha estado entre mis favoritas. Siempre me ha parecido demasiado civilizada. Aquel gélido día de febrero llegué a Goðafoss casi de rebote, para encontrarme con la cascada en un puno perfecto de congelación, con su mermado caudal abriéndose paso entre numerosos carámbanos. Además, una gruesa capa de nieve cubría los accesos pavimentados, devolviendo a la cascada una parte de su belleza primigenia.
Entrada del blog: Fotografiando Goðafoss en invierno.
Dynjandi.
¿Cuándo? a las 9:30 del 9 de agosto de 2022.
¿Dónde? En el mirador más cercano a Dynjandi, al final de la senda de acceso.
¿Cómo? iPhone 13 Pro, RAW, 77 mm., 1/121 seg., ISO 32.
¿Porqué? Dynjandi es la cascada más hermosa de Islandia. Un lugar fascinante, lleno de matices y posibilidades fotográficas, que se complican según te acercas a la cascada principal. Esta pulveriza tal cantidad de agua, que tu equipo fotográfico se empapará en cuestión de segundos. En mi cuarta visita a Dynjandi, buscaba alguna toma de larga exposición, mostrando la sutileza de los innumerables saltos menores en que se divide la cascada. Intenté solucionarlo haciendo las fotos con un teléfono, inmune al gua y con una lente mucho más pequeña. Aún así, en apenas un segundo terminaba llena de pequeñas gotas. La solución fue jugar con los parámetros, hasta que forcé una foto extraña que, sin ser aquella que tenía en mente, logra captar la esencia de Dynjandi.
Entrada del blog: En el Arnarfjörður.
Invierno en Snæfellsnes.
¿Cuándo? a las 14:53 del 8 de febrero de 2023.
¿Dónde? En Snæfellsnesvegur, cerca del cruce con la carretera 5610.
¿Cómo? Sony Alpha 7 C, RAW, 60 mm., f/6.3, 1/3200 seg, ISO 100.
¿Porqué? Tras fracasar en mi segundo intento de llegar a Eldborg, hice una breve pausa en la carretera 54, con el fin de averiguar el estado de las carreteras que tenía por delante. En ese preciso instante, el sol logró romper brevemente el denso manto de nubes, iluminando el áspero paisaje del este de Snæfellsnes. El contraste entre la intensa ventisca, barriendo un páramo infinito, las oscuras nubes y el brillo de la nieve iluminada por el sol es un fiel reflejo de las duras condiciones del invierno islandés.
Entrada del blog: De Reykholt a Langaholt.
La sutil Brúarfoss.
¿Cuándo? a las 17:06 del 15 de febrero de 2024.
¿Dónde? Brúarfoss desde las inmediaciones del puente sobre el Brúará.
¿Cómo? Sony Alpha 7 C, RAW, 130 mm., f/11, 5 seg, ISO 400.
¿Porqué? Brúarfoss es una de las cascadas más fotogénicas de Islandia. A pesar de su escasa altura, la cantidad de matices que ofrece, gracias a su extraña forma, es virtualmente inagotable. Fue mi última visita de una larga jornada de otoño. Tuve la suerte de llegar junto a una cascada con una extraña combinación de agua, hielo y nieve, que contribuía a realzar su etérea belleza.
Entrada del blog: Brúarfoss en invierno.
Llueve en Hvalnes.
¿Cuándo? a las 18:32 del 21 de febrero de 2024.
¿Dónde? en las inmediaciones del faro de Hvalnes.
¿Cómo? Sony Alpha 7 C, RAW, 50 mm., f/2.8, 1/250 seg, ISO 400.
¿Porqué? Llevaba día y medio rondando Eystrahorn, con la esperanza de poder grabar una toma de dron desde el mar. Mientras tanto, logré hacerme con una larga serie de fotografías de uno de los lugares más hermosos de Islandia, en las condiciones más variadas. Esta es una de las últimas y, sin la menor duda, mi favorita. Tras un breve paréntesis, en el que finalmente pude volar el dron, comenzó a llover junto a la costa, mientras en las alturas nevaba. La lluvia sobre la charca parcialmente congelada, la bruma del cercano mar difuminando el paisaje y la cima de Hvalnesfjall, suavemente tamizada por la nieve recién caída, componen una etérea escena que, para mi, es la más fiel representación del mágico Cuerno del Este.
Entrada del blog: Fotografiando Eystrahorn.
Sobre Langisjór.
¿Cuándo? a las 15:35 del 9 de septiembre de 2024.
¿Dónde? desde una avioneta, mientras sobrevolamos las montañas que separan Langisjór del río Skaftá.
¿Cómo? Sony Alpha 7 C, JPEG, 50 mm., f/6.3, 1/1000 seg, ISO 250.
¿Porqué? en un vuelo lleno de momentos asombrosos, aquel fue uno de los más memorables. Las aguas azuladas de Langisjór, enmarcadas por las verdes laderas de Fögrufjöll y Tungnárfjöll, se extendían hacia el nordeste. Allí, los hielos perpetuos del Tungnaárjökull, en el extremo occidental del gran Vatnajökull, se entremezclaban con las nubes para formar un difuso telón de fondo, remarcando la fuerza primigenia del paisaje. Todo ello bajo un manto gris que, al dejar algunos huecos al sol, creaba interesantes contrastes.
Entrada del blog: Volando sobre el sur de Islandia.
En la orilla del Mjóifjörður.
¿Cuándo? a las 16:11 del 10 de septiembre de 2024.
¿Dónde? en la orilla septentrional del fiordo, mientras regresaba hacia Mjóafjarðarheiði.
¿Cómo? Sony Alpha 7 C, JPEG, 70 mm., f/9, 1/320 seg, ISO 1000.
¿Porqué? Tuve la suerte de recorrer uno de los fiordos más salvajes y hermosos de Islandia en una inhóspita tarde de otoño, que ayudaba a realzar la dureza del paisaje. Según regresaba hacia el paso de Mjóafjarðarheiði, que separa Mjóifjörður de la Ring Road, hubo una pausa entre dos chaparrones. El aire limpio, la luz suave y el contraste entre las laderas, de un verde que comenzaba a presagiar la llegada del otoño, y las nieves que formaban el telón de fondo, ya lograban crear una escena atractiva. El delgado hilo de agua, descolgándose desde las alturas, no hacía más que acentuarla.
Entrada del blog: Mjóifjörður en otoño
Para ampliar la información.
Comenzando por dos sobre el Svínafellsjökull, el glaciar más fotogénico de la Tierra de Hielo: https://depuertoenpuerto.com/fotografiando-el-svinafellsjokull/ y https://depuertoenpuerto.com/stendhalazo-fotografico-frente-al-svinafellsjokull/.
Otra sobre Vestrahorn y Stokksnes: https://depuertoenpuerto.com/amanecer-invernal-en-vestrahorn/.
En https://depuertoenpuerto.com/en-strokkur-con-la-camara/ podrás ver mis intentos por grabar la burbuja de Strokkur.
Por último, la zona exterior de la Laguna Azul. Un lugar que ha cambiado radicalmente tras las últimas erupciones en Sundhnúkur: https://depuertoenpuerto.com/fotografiando-la-laguna-azul/.