Fotografiando el Svínafellsjökull.
Otro corto trayecto, en este caso de 3.600 metros, me llevó desde el aparcamiento del Svínafellsjökull al pequeño aeródromo de Skaftafell. Iba con tiempo de sobra, por lo que, de camino, me detuve brevemente en el comienzo del antiguo acceso occidental al Svínafellsjökull. Sabía que estaría cerrado, pero también que las vistas sobre el Skaftafellsjökull y las montañas que lo enmarcan bien merecían una pausa.
Volando sobre el borde de los glaciares.
La primera llegó en apenas 4.600 metros. En el pequeño aparcamiento que hay justo antes del puente sobre el Skeiðará. La vista resultaba interesante, sobre todo hacia el este, donde el Svínafellsjökull se descolgaba desde el Öræfajökull, con el monte Hrútfjallstindar como telón de fondo. Pero no era tan distinta de la que había disfrutado desde el aeródromo. Apenas me detuve cinco minutos.
La siguiente pausa fue al comienzo de la pista de Háöldukvísl. El panorama era cada vez más impresionante. El Vatnajökull dominaba el horizonte hacia el norte. A sus pies, una gran pared de roca señalaba la cabecera del valle de Morsárdalur. Alguna de las lineas blancas que atravesaban verticalmente la pared era Morsárfoss, la cascada más alta de Islandia. Al estar completamente congelada, era imposible identificarla.
Nuevo salto, esta vez hasta los contrafuertes que protegen el puente de la Ring Road sobre el Núpsá. Aquí el elemento dominante era la enorme mole del Lómagnúpur, de la que apenas me separaban un par de kilómetros. En cambio, hacia el noreste, la gran lengua de hielo del Skeiðarárjökull se iba empequeñeciendo con la distancia. Aquella sería mi última parada en la mágica desolación de Skeiðarársandur. No pude evitar sentir una punzada de melancolía.
Volví a detenerme unos kilómetros más allá, pasado el Lómagnúpur. Su pared de roca, que se eleva verticalmente 671 metros, lograba empequeñecer al mucho más lejano Hvannadalshnjúkur. La cima más elevada de Islandia, con 2.110 metros de altitud. Aunque el paisaje era deslumbrante, si seguía a ese ritmo no llegaría a ninguna parte. Me puse nuevamente en marcha, con la intención de no volverme a detener hasta llegar a Dyrhólaey.
Como suele ser habitual, Islandia pudo más que mi fuerza de voluntad. Tras avanzar otros 47 kilómetros, acabé deteniéndome en Eldhraun. Donde la luminosidad de la mañana y un aire asombrosamente limpio hacían posible distinguir claramente al cada vez más lejano Hvannadalshnjúkur, elevándose hacia oriente sobre un mar de musgo y nieve.
Otra pausa, esta vez en Mýrdalssandur. Aquí era el enorme manto blanco del Mýrdalsjökull, asentado sobre la caldera del Katla, lo que cubría el horizonte hacia el norte, más allá de la estéril llanura.
Me acercaba a mi destino, pero aún haría una última pausa. Esta vez, en un pequeño aparcamiento que hay al norte de Reynisfjall, al comenzar el descenso hacia Hvammur. El cañón de Hvammsgil serpenteaba entre las montañas, camino del Mýrdalsjökull. A pesar de la claridad del día y su proximidad a la principal carretera del país, el lugar exhalaba un halo de misterio. No es de extrañar que sea el escenario de varias leyendas.
Atardecer en Háey.
Llegué a Dyrhólaey con la tarde muy avanzada. Tocaba elegir entre la parte baja o alta del promontorio. Sobre la marcha, me decidí por esta última. Todo un acierto. La espléndida mañana se había convertido en un agradable atardecer, que me permitió disfrutar de un entorno todavía más deslumbrante de lo habitual.
Para ampliar la información.
En este mismo blog, encontrarás una guía práctica sobre la conducción invernal en Islandia visitando https://depuertoenpuerto.com/conducir-en-islandia-el-invierno/.
En https://depuertoenpuerto.com/de-hnappavellir-a-hvolsvollur/ puedes ver mi primer recorrido invernal por la zona. Un buen complemento de lo que acabas de leer.
Si quieres ver el mismo trayecto en verano, lo encontrarás en https://depuertoenpuerto.com/de-hnappavellir-a-vik-i-myrdal/.
En inglés, en https://yourfriendinreykjavik.com/the-move-elves-move-house/ y https://www.bartleby.com/lit-hub/the-fisherman-of-gtur/ hay una muestra de las leyendas asociadas a Hvammsgil.