La ruta comenzó en el pequeño puerto de Hellesylt, situado al final de uno de los múltiples brazos del Storfjorden. Desde allí, nos encaminamos directamente a Briksdalsbre, en un recorrido que bordeaba varios lagos y uno de los brazos del Nordfjorden. Tras dedicar aproximadamente tres horas a la visita del Briksdalsbreen, comenzamos el viaje hacia Geiranger, esta vez con mas calma.
La primera parada fue junto al lago Oldevatnet, tras recorrer unos escasos 11 kilómetros. La vista del lago, encajonado entre laderas rocosas, mereció la parada. Todavía era visible la cascada de Volefossen, que habíamos podido contemplar mas de cerca durante el descenso desde el Briksdalsbreen. Por encima de las montañas que cerraban el fondo del valle, se podía ver el glaciar Jostedalsbreen, del que el Briksdalsbreen no es mas que un brazo. Una vista espectacular, perfecta para despedirnos de uno de los lugares mas hermosos de Noruega.
Desde allí, tras bordear de nuevo el Innvikfjorden, uno de los brazos del Nordfjorden, llegamos a Stryn, un pequeño pueblo junto a la desembocadura del río Stryneelva. Pude aprovechar la breve parada para dar un paseo hasta el puente de madera que cruza el río. Aunque estaba rodeado de montañas agrestes, la placidez con la que el agua recorría este tramo del río contrastaba con los rápidos y cascadas que habíamos visto anteriormente.
Continuamos la ruta siguiendo la carretera E15, primero remontando el cauce del río Stryneelva y posteriormente bordeando el lago Oppstrynsvatnet, en un recorrido con unas vistas preciosas. Tras dejar atrás el lago, nos internamos en las montañas por el valle de Hjelledalen. Al final del valle, la carretera comienza a trepar por las montañas, en una sucesión de revueltas. Aquí hicimos otra parada, para poder disfrutar de la vista del valle, justo antes de entrar en el primero de los túneles que te llevan, por un trazado de reciente construcción, hasta el lago Langvatnet.
Tras cruzar un puente sobre el lago, nos desviamos a la izquierda, por la carretera Fv63, con dirección a Geiranger. Unos kilómetros después, nos detuvimos en Djupvasshytta, un pequeño albergue en la parte mas alta de la ruta. El cambio en el paisaje era evidente. De los lagos y fiordos rodeados de bosques y casas salpicando el paisaje, habíamos pasado a un entorno de alta montaña. Pese a que la carretera apenas supera los mil metros de altitud, estábamos a unos 62º de latitud, la misma que el sur de Groenlandia. Las manchas de nieve en las montañas eran mucho mas abundantes, e incluso se podía ver hielo flotando en el lago. Teniendo en cuenta que estábamos a principios de Agosto, no es de extrañar que la carretera se corte al tráfico en invierno. A pesar de que el hotel tenía un aspecto bastante acogedor, preferimos no entrar y tener mas tiempo para disfrutar del paisaje.
El último tramo del viaje fue un descenso casi continuo, entre montañas, arroyos y cascadas, en dirección a Geiranger. Todavía hicimos una última parada, en el espectacular mirador de Flydalsjuvet, pero eso queda para otra entrada del blog.
Se puede ver el itinerario completo de nuestro primer crucero por Noruega en https://depuertoenpuerto.com/crucero-noruega/.
Información práctica sobre el Nordfjorden (en ingles): http://en.nordfjord.no.
Información práctica sobre las carreteras noruegas (en inglés): http://www.fjordnorway.com/planning-your-trip/tour-suggestions/round-trips-by-car/useful-information.
Trackbacks/Pingbacks