Ese día Sturla Þórðarson, jefe de uno de los clanes mas poderosos del noroeste de Islandia, se vio envuelto en una riña con un clérigo. La esposa de éste intentó clavar una daga en el ojo de Sturla, hiriéndolo en la mejilla. Aquello ocurrió apenas a unos metros del lugar en el que, en la actualidad, se levanta la estatua de Snorri Sturluson creada por Gustav Vigeland. Para calmar los ánimos Jón Loftsson, entonces uno de los líderes más destacados de la Mancomunidad Islandesa, se ofreció a sufragar la formación del tercer hijo de Sturla. Snorri se trasladó a Oddi, en aquellos años el principal centro cultural de la Tierra de Hielo. Allí consiguió una educación refinada y numerosos contactos entre las élites del país.
Snorri llegaría a Reykholt en 1206, tras el fracaso de un primer matrimonio, concertado por su familia, en el que tuvo dos hijos. Además de un hombre inteligente y educado, Snorri Sturluson era un mujeriego y un amante de la buena vida. Durante su estancia en la granja mejoró sus instalaciones, ampliándolas y haciendo construir una piscina geotermal, que aún se conserva, unida a sus aposentos mediante un pasaje subterráneo. También encontró tiempo para tener otros cinco hijos, con tres mujeres diferentes.
En 1215 se convirtió en lögsögumaður del Alþingi. Un puesto de gran prestigio en la única institución que, de alguna forma, daba cierta unidad a la extraña critarquía en que se había convertido la Islandia medieval. Allí sacó partido a su excelente conocimiento de las leyes y a sus dotes como orador y poeta.
Tres años más tarde dejaría su puesto para viajar a Noruega invitado por Haakon IV, apenas un adolescente. Pasó un año en Túnsberg, donde residía el rey, como huésped personal de Skúli Baardsson, regente durante la minoría de edad de Haakon. Después recorrió la costa noruega hasta Nidaros (la actual Trondheim) y el suroeste de Suecia, interesándose por la historia y la cultura de Escandinavia. En 1220, antes de su regreso a Islandia, Skúli le otorgaría un título nobiliario. Además, Snorri habría conseguido atemperar las ambiciones de Haakon sobre su tierra natal. Su periplo por Escandinavia parecía todo un éxito.
O no. El flamante título de Snorri (chambelán del rey) llevaba aparejado un juramento de lealtad al monarca noruego. En 1222 recuperaría su antiguo cargo en el Alþingi, que en esta ocasión retendría por diez años. Algunas jefaturas de la isla empezaron a sospechar que, en realidad, era un agente del rey de Noruega. Aunque su poder se había incrementado, acumulando influencia y riquezas, comenzaron a surgirle numerosos enemigos. Islandia se vio envuelta en una guerra civil latente, con las diversas jefaturas enfrentadas entre sí.
Al final, los acontecimientos superaron a Snorri. Se vería envuelto en los conflictos internos noruegos, apoyando a Skúli cuando éste se rebeló contra el rey. Regresaría a Noruega en 1237, para volver a Islandia dos años más tarde. En 1240 Skúli sería asesinado. Mientras tanto, el rey noruego había elegido a Sturla Sighvatsson, un sobrino de Snorri, como su nuevo hombre de confianza en Islandia. El 23 de septiembre de 1241, en un episodio digno de las sagas que él mismo ayudó a inmortalizar, Snorri moriría en una emboscada organizada por Gissur Þorvaldsson, otro de los partidarios de Haakon. Veintitrés años más tarde, tras una cruenta guerra civil, Islandia perdió su independencia. Tardaría casi 700 años en recuperarla.
Pese a su ambiguo papel en la incorporación de Islandia a los dominios noruegos, Snorri es admirado por la mayor parte de los islandeses. Resulta imposible saber los motivos reales que impulsaron sus actos y, de alguna manera, su asesinato por orden del rey acabó redimiéndolo. Además, tuvo un papel destacado en la cultura medieval del norte de Europa. Escribió la Saga de Egil Skallagrímson, contribuyendo a la preservación del género. También es el autor de la Edda prosaica y su Crónica de los reyes nórdicos es la mejor fuente que tenemos sobre los reyes noruegos de la Alta Edad Media.
Para conservar y estudiar el legado de Snorri, en 1995 se crearía Snorrastofa. El lugar es una mezcla entre centro de estudios medievales, biblioteca y museo. En este último, además de explicarnos la vida y el legado de Snorri, encontraremos información que nos ayudará a poner en contexto aquel convulso periodo de la historia de Islandia. No es un gran museo. Apenas un par de salas, principalmente ocupadas por paneles informativos. De todos modos si, como yo, has contraído el «mal de Islandia», es un lugar interesante, que aumentará tu conocimiento sobre el pasado de la isla.
A espaldas del museo encontraremos Snorralaug, la Piscina de Snorri. El pequeño estanque parece tener sus orígenes en el siglo X, aunque posteriormente Snorri lo adecuaría, además de construir un pasaje que comunicaba directamente con sus aposentos. Aparece mencionado varias veces en la Saga Sturlunga. Sus aguas proceden del cercano manantial hidrotermal de Skrifla. En 1817 fue uno de los primeros lugares de Islandia en recibir protección oficial. Desde entonces, está prohibido bañarse en sus aguas.
También hay un par de iglesias. La más antigua, un pequeño edificio de madera rodeado por el cementerio local, se edificó entre 1885 y 1887. Fue una iglesia parroquial hasta 1996, cuando se inauguró el nuevo templo.
En julio de 1996 se consagró la nueva iglesia, diseñada por Garðar Halldórsson. Su excepcional acústica se debe a la pericia de Gunnar H. Pálsson. El templo contiene algún elemento antiguo, como sus campanas y varias piezas ornamentales del siglo XVI. También tienen interés sus vidrieras y el órgano, similar al menor de los dos que hay en la Hallgrímskirkja de Reikiavik.
He estado tres veces en Reykholt. Dos en verano y una en invierno. Incluso he pasado un par de noches en su hotel. Reykholt es un lugar tranquilo, algo apartado de la avalancha turística que se va apoderando de Islandia. Más allá del interés que puede tener el legado de Snorri Sturluson, también es una buena base desde la que explorar la espléndida Kaldadalsvegur, en el límite occidental de las Tierras Altas, visitar las hermosas Hraunfossar y Barnafoss o hacer una excursión hasta Víðgelmir, uno de los mayores tubos de lava de toda Islandia. Lo que, al menos en mi experiencia, no encontrarás en Reykholt, es esa extraña conexión con el adusto pasado de la Tierra de Hielo que, por ejemplo, he podido sentir en lugares como Hólar. Para mi gusto, en Reykholt hay demasiado hormigón.
Para ampliar la información.
En inglés, Guide to Iceland tiene un largo artículo sobre Snorri: https://guidetoiceland.is/connect-with-locals/regina/snorri-sturluson—the-most-influential-icelander-ever.
La página oficial de Snorrastofa está en https://www.snorrastofa.is/en.
Quien tenga curiosidad por los escritos de Snorri, puede descargar varias de sus obras en https://archive.org/search?query=creator%3A%22Snorri+Sturlson%22.
Un gran templo sobre una colina y un gran hotel en contraste con un pequeño pueblo. Nunca habría imaginado.
Era un personaje de quien espero disponer de su biografía porque debe resultar muy entretenida. Conocimiento en leyes, orador, poeta, vividor, posible agente del rey Haakon… un buen combinado.
Vuestras orientaciones para visitar la zona son estupendas.
Escribí un artículo acerca de los mitos nórdicos donde menciono a Snorri y su Edda prosaica. Me gustaría que lo comentaras si es posible.
Muchas gracias de antemano.
Gracias Marcos. Será un placer leer tu artículo sobre la Edda Prosaica.