Con 634 metros de altura, la torre de comunicaciones conocida como Tokyo Skytree es la estructura más alta de Japón y, al menos según escribo estas lineas, la segunda del mundo, tan solo superada por el Burj Khalifa de Dubai. Su construcción comenzó en 2008, estando completada en febrero de 2012. La inauguración oficial tuvo lugar el 22 de mayo del mismo año. Aunque nació como torre de comunicaciones, también dispone de dos plataformas de observación, a 350 y 450 metros de altura. Lo cual sitúa su mirador más elevado en el octavo lugar del ranking mundial. En cualquier caso, ofrece una interesante perspectiva sobre el impresionante entorno urbano de Tokio.

Sensō-ji desde el Tokyo Skytree

Sensō-ji desde el Tokyo Skytree.

Habíamos decidido dejar la visita al Tokyo Skytree para nuestra última tarde en Japón. Era un tanto arriesgado, pues si algo salía mal no habría segunda oportunidad. Pero nos parecía una magnífica forma de despedirnos de Tokio. Para minimizar los riesgos, planificamos minuciosamente la excursión, haciéndola coincidir con el atardecer. Lo que nos permitiría disfrutar de las vistas tanto de día como de noche.

Bajo el Tokyo Skytree

Bajo el Tokyo Skytree.

Llegamos a los pies de la torre pasadas las cinco y media de la tarde. Hay tres tipos de entradas, que permiten acceder al nivel inferior, al superior, o a ambos. Nos decidimos por esta última opción. Veinte minutos después de llegar a la base de la torre, nos asomábamos por primera vez a uno de los ventanales de la plataforma inferior.

Tembo Galleria

Tembo Galleria.

El lugar estaba abarrotado de gente. Nada fuera de lo normal, tratándose de una tarde de viernes en uno de los lugares más populares de Tokio. Aunque, posteriormente, descubrimos que ni la masificación ni los tiempos de espera habían sido de los peores. Hay quien ha pasado más de una hora esperando en la fila para adquirir las entradas. Hicimos un breve recorrido (y algunas fotos) por la plataforma situada a 350 metros de altura, también denominada Tembo Deck, antes de subir a la plataforma superior, o Tembo Galleria, esperando encontrar cierta tranquilidad.

Tokio desde el Skytree

Tokio desde el Skytree.

Nuestras esperanzas se cumplieron. El lugar estaba bastante menos congestionado y era posible moverse por sus plataformas con total comodidad. Aunque aquello no duró mucho. Según avanzaba el atardecer, todos los que estábamos en la plataforma superior comenzamos a apiñarnos en el costado occidental, que acabó saturándose.

Vista hacia Arakawa

Vista hacia Arakawa.

En cualquier caso, la vista era magnífica. No era un día especialmente claro. Una bruma baja enturbiaba el horizonte, desdibujando la silueta de los edificios más alejados. Pero la mala visibilidad no restaba espectacularidad al panorama. Más bien al contrario, pues Tokio parecía extenderse ilimitadamente, hasta difuminarse en el infinito. Lo único que sentí fue no poder divisar la silueta del monte Fuji, dominando el horizonte hacia el suroeste. Era nuestra última oportunidad en todo el viaje, pero parece que el volcán más famoso de Japón estaba empeñado en que no pudiéramos contemplarlo. Quizá quería darnos un motivo para regresar.

Tsukishima

Tsukishima.

Una de las ventajas de subir al mirador el último día de nuestra estancia en Tokio fue que, esas alturas, teníamos un cierto conocimiento de la ciudad. Mínimo, pero suficiente para reconocer a simple vista unos cuantos de los lugares visibles desde la plataforma. Allí estaban el cercano Sensō-ji, o la más alejada isla artificial de Tsukishima. Las torres gemelas del Gobierno Metropolitano o la vieja antena de la Tokyo Tower, la antecesora del Tokyo Skytree. Otros, como el puente Rainbow, quedaban tan difuminados por la bruma que era imposible distinguirlos. En cualquier caso, el mirador cuenta con paneles explicativos, que ayudan a reconocer los lugares más destacados, y con una aplicación gratuita de realidad virtual.

Atardecer en Tokio

Atardecer en Tokio.

El sol iba descendiendo hacia el horizonte y la ciudad se iba difuminando cada vez más en la penumbra. A pesar de no ser especialmente hermoso, el atardecer no estuvo carente de interés. El impresionante entorno urbano de la mayor ciudad del mundo, extendiéndose en todas direcciones hasta donde alcanzaba la vista, compensaba con creces la relativa mediocridad de la luz.

Ríos Sumida y Ara en el ocaso

Ríos Sumida y Ara en el ocaso.

Según oscurecía, se iban encendiendo las luces de Tokio, aumentando si cabe el interés de la escena. En paralelo, aumentaban las dificultades para hacer fotografías medianamente decentes. Uno de los aspectos que menos me gustó del Tokyo Skytree fue que absolutamente todos sus espacios están acristalados. No encontré ningún lugar en el que se pudiera salir al aire libre. Ni tan siquiera existen ranuras o cristales perforados, como en el Burj Khalifa, que permiten al menos sacar el objetivo de la cámara al exterior. Para empeorar las cosas, buena parte de las galerías tienen diversos elementos luminosos, que generan molestos reflejos sobre los ventanales. Cada fotografía se convertía en una especie de puzzle, en el que había que casar la posibilidad de acercarse al ventanal, el encuadre y los reflejos de los cristales.

Panorama nocturno

Panorama nocturno.

Finalmente, llegó la noche cerrada. Con la desaparición de las últimas luces en el cielo occidental, los visitantes nos dispersamos por los cuatro puntos cardinales del mirador. Se acabaron las apreturas. Fue el momento que elegimos para descender de nuevo al Tembo Deck, que también encontramos más tranquilo. Recorrimos sus distintos niveles, en se puede encontrar la clásica tienda de recuerdos, un par de cafés y un restaurante. Siendo interesantes, las vistas eran peores que las del nivel superior. Los cien metros de diferencia se notaban más de lo que a priori había pensado.

Tokyo Skytree de noche

Tokyo Skytree de noche.

Tras casi dos horas en la torre, decidimos que iba siendo hora de emprender el regreso. De camino al hotel, queríamos volver a visitar Sensō-ji, que se encuentra relativamente cerca del Tokyo Skytree. A pesar de la relativa masificación y de los reflejos en los cristales, subir a la torre fue una experiencia interesante. Un espléndido recuerdo de nuestra última jornada en Japón.

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Para ampliar la información:

Japonismo tiene una magnífica entrada sobre la torre: https://japonismo.com/blog/viajar-a-tokio-para-ver-la-nueva-tokyo-sky-tree.

También es interesante el artículo en nippon.com: https://www.nippon.com/es/views/b01101/.

Por último, también es recomendable visitar el post en el blog Japón Alternativo: https://www.japonalternativo.com/blog/atracciones-turisticas-tokio/edificio-tokyo-skytree/.

En https://depuertoenpuerto.com/tres-dias-en-tokio/ se puede ver nuestra estancia completa, de tres días, en Tokio.

En inglés, la web oficial de Tokyo Skytree está en http://www.tokyo-skytree.jp/en/.

Quien busque una opinión poco complaciente con la torre, puede visitar Travel Cafeine: https://www.travelcaffeine.com/tokyo-skytree-review-tips/.

Por último, se puede encontrar una comparativa entre ambos niveles en https://www.erikastravelventures.com/tokyo-skytree-tembo-deck-vs-tembo-galleria-is-the-upper-level-worth-it/..