Yo mismo era un buen ejemplo. Tuve que esperar al tercer viaje a Islandia para visitar Seltún por primera vez. Desde entonces, he regresado en varias ocasiones. Junto con Brimketill y Gunnuhver, es uno de los «lugares comodín» en los que emplear el tiempo sobrante al final de cualquier recorrido por Islandia. Esas horas que siempre debes dejar de margen cuando te diriges hacia Keflavik, por si el imprevisible clima de la isla decide jugarte una mala pasada. Sus extraños aromas y colores suelen ser una buena forma de despedirse de la fascinante Tierra de Hielo.
La península de Reykjanes es uno de los lugares geológicamente más activos del planeta. Está atravesada longitudinalmente por la dorsal mesoatlántica. Entra en Reykjanes por su extremo occidental, en las inmediaciones de Reykjanestá, para seguir hacia el este, más allá del límite de la península, rumbo a Þingvellir. La dorsal no es una delgada franja de terreno, como nos intentan «vender» en lugares como «el puente entre continentes». En realidad, forma una amplia franja, de entre 5 y 6 kilómetros de ancho, cuyos extremos se separan aproximadamente 18 milímetros al año. La tensión generada da lugar a varias zonas volcánicas, que se orientan en sentido suroeste – nordeste. No hay unanimidad sobre su número, que según las fuentes oscilaría entre 5 y 6. Seltún se ubica en la conocida como Krýsuvík, por lo que a veces también se utiliza esta denominación, o la compuesta Seltún-Krýsuvík, para referirse a la zona geotermal.
La zona volcánica de Krýsuvík se extiende por aproximadamente 50 kilómetros, desde la costa meridional de Reykjanes, en Krísuvíkurberg, hasta las inmediaciones de Reikiavik. En sus 8 kilómetros de ancho hay dos áreas diferenciadas. Móhálsadalur, en la franja noroccidental, es un amplio valle atravesado por Vigdísavallavegur, una de las «carreteras» más interesantes de Reykjanes. En el sureste encontraremos un terreno mucho más variado, parcialmente inundado por el lago Kleifarvatn. La última erupción del sistema tuvo lugar durante el episodio conocido como Krýsuvíkureldar (los Fuegos de Krýsuvík). Probablemente comenzó en 1151 y, según las fuentes escritas, finalizó en 1188. La fisura, con una longitud de aproximadamente 25 kilómetros, creó dos campos de lava. Al sur Ögmundarhraun, que llegó hasta el mar y cubrió la ensenada (vik, en islandés) que entonces existía en costa y daba nombre a la zona. Al norte Kapelluhraun, en las inmediaciones de Hafnarfjörður, llega casi hasta la carretera que une Reikiavik con Keflavik.
En el centro de Krýsuvík encontraremos Sveifluháls, una cadena de colinas basálticas que alcanzan los 397 metros de altitud. Seltún se ubica en su ladera oriental, en la zona de intersección entre el sistema volcánico y la dorsal mesoatlántica. Un área caracterizada por la elevada temperatura del terreno, que en algunos lugares supera los 50ºC y del agua, que llega a los 96ºC. El resultado, más allá de los volcanes de lodo, las solfataras, fumarolas y manantiales geotermales, es un terreno químicamente alterado, con una interesante gama de colores. Amarillo en las zonas con alto contenido en sulfuro. Blanco para los sílices. Azul, pirita. Rojo, óxidos de hierro.
Se estuvo extrayendo sulfuro de Seltún durante dos periodos: 1754 – 1763 y 1858 – 1880. Posteriormente, en 1941, hubo un intento de aprovechar su energía geotérmica, realizando un taladro que alcanzó los 230 metros de profundidad antes de ser abandonado. Aún no se había alcanzado el nivel tecnológico necesario. En 1999 se volvió a taladrar el terreno, esta vez con fines científicos. El resultado fue una explosión, que creo un cráter con un diámetro de 43 metros. Aunque los trabajos se interrumpieron, habría otras dos explosiones, en 2010 y 2019. Desde entonces, la zona es monitorizada continuamente y, si existe algún riesgo, se cierra el acceso.
En cualquier caso, los cambios en una zona geotermal tan activa son constantes y siempre existe cierto nivel de peligro. En linea con otros lugares de Islandia, la principal medida de seguridad en Seltún será tu propio sentido común. Si quieres achicharrarte una mano intentando comprobar que el agua mana tan caliente como dicen, nadie te lo impedirá. Algunos manantiales geotermales hierven a tan solo unos centímetros del entablado. También debes tener en cuenta que, fuera de este, el terreno puede ser tan blando como inestable. Mantente dentro de las zonas habilitadas. Por tu seguridad y por respeto a la naturaleza que visitas. Cualquier huella que dejes en el terreno permanecerá allí durante décadas.
Desde mi primera visita, Seltún ha formado parte de la Islandia más civilizada, con un aparcamiento y una pasarela de madera que permite adentrarse en su extraña geología. En mi última visita, me encontré con un recorrido ampliado. Lo que antes era un trayecto sin salida, que finalizaba en una plataforma elevada, ahora se ha convertido en un trayecto circular. Actualmente, la ruta acondicionada sigue más allá de la plataforma, hasta descender suavemente de regreso al aparcamiento. El nuevo circuito hace posible observar otras facetas de Seltún, aunque a cambio ha «ensuciado» parte de la vista desde el trazado antiguo, ahora rematada por una plataforma y varios bancos, que permiten descansar durante la visita. Una muestra más de la progresiva urbanización de la Tierra de Hielo. En el lado positivo, Seltún es un lugar relativamente accesible para personas con movilidad reducida. Aunque no podrán realizar la ruta circular completa, al menos tienen la opción de recorrer buena parte del trayecto.
Más allá de la zona «civilizada» de Seltún, existe un sendero que lleva hasta la cima del Hverafjall, a 308 metros de altitud. Una ruta de aproximadamente dos kilómetros, entre ida y vuelta, con un desnivel máximo de unos 130 metros. Además de las vistas, parece que el camino permite pasar junto a otros puntos con actividad geotermal. En cualquier caso, nunca he encontrado el momento de recorrerlo. Aquella mañana, tampoco podría ser. Disponía de una hora y media para llegar a Kefllavik, devolver el coche de alquiler y llegar hasta el aeropuerto con tiempo para dar un bocado antes de embarcar rumbo a España. La senda del Hverafjall tendrá que seguir esperando.
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Para ampliar la información.
En este mismo blog, puedes ver mi primera visita a Seltún en https://depuertoenpuerto.com/el-area-geotermal-de-seltun/.
En inglés, The Photo Hikes tiene una buena entrada sobre el lugar: https://thephotohikes.com/the-seltun-and-hverafjall-hike-in-krysuvik/.
También es interesante la entrada en el blog de Siggadottir https://siggadottir.com/seltun-geothermal-area-iceland/.
Y la escrita por Regína Hrönn Ragnarsdóttir en Guide to Iceland: https://guidetoiceland.is/connect-with-locals/regina/the-colourful-geothermal-area-at-seltun-krysuvik-on-the-reykjanes-peninsula-in-sw-iceland.
En https://www.visitreykjanes.is/en/blogg/the-history-of-seltun-geothermal-area encontrarás algunas notas históricas sobre el lugar.
Y en https://gogn.orkustofnun.is/unu-gtp-report/UNU-GTP-2007-08.pdf un estudio sobre la actividad geotermal en Krýsuvík.