El Falljökull es un glaciar un tanto peculiar. Tiene la curiosa característica de terminar dividido en dos lenguas, con distinto comportamiento. La septentrional, conocida como Virkisjökull, está en retroceso, como la mayor parte de los glaciares de Islandia. Por contra la meridional, el Falljökull propiamente dicho, avanza lentamente hacia la llanura. Por otra parte, es relativamente poco conocido, a pesar de ser el preferido por la mayor parte de las excursiones organizadas que parten del cercano Skaftafell. Aunque quizá su rasgo más extraño sea que, en ciertas zonas, el musgo llega a crecer sobre su gélida superficie.

La parte alta del Falljökull

La parte alta del Falljökull.

También era una de mis eternas tareas pendientes en Islandia. Había pasado varias veces frente a su pista de acceso, que por cierto no está señalizada, sin tan siquiera intentarlo visitar. Su proximidad al fascinante Svínafellsjökull, quizá el glaciar más hermoso de Islandia, me había empujado a dejarlo de lado una y otra vez. Finalmente, en mi primer viaje otoñal a Islandia, había decidido que sería una de las visitas prioritarias. Cuando, durante mi quinta jornada en la Tierra de Hielo, un súbito cambio de planes me dejó con cinco horas libres en el entorno de Skaftafell, de inmediato se convirtió en el primer objetivo del día.

Camino del Falljökull

Camino del Falljökull.

Llegué a su aparcamiento poco después de las nueve de la mañana. En realidad, otra pista seguía rumbo al glaciar, pero estaba en muy mal estado. Preferí recorrerla andando, mientras disfrutaba de las vistas y me familiarizaba con el entorno. Al frente, un extraño caos de hielo, roca, musgo y tierra suelta se elevaba frente a mi, hasta desaparecer entre unas nubes que, por su color, no debían ser muy densas. El lugar prometía.

Frente a la laguna del Falljökull

Frente a la laguna.

En quince minutos llegaba frente a la laguna glaciar, dejada atrás por el Falljökull durante su última etapa de retroceso, entre los años 1990 y 2015. Las primeras noticias que hay de su existencia son del 2007. En la actualidad, sus aguas de color chocolate alcanzan los 700 metros de longitud. Entre tanto, las nubes habían retrocedido, permitiendo al sol iluminar parcialmente el paisaje y a mi contemplar una sección más alta del glaciar.

Camino sobre el frente glaciar

Camino sobre el frente glaciar.

De cerca, el frente del Falljökull resultaba todavía más interesante. Lo que parecía una morrena, en realidad era hielo increíblemente sucio. La cantidad de tierra y rocas que cubría la parte inferior del glaciar resultaba asombrosa. Hasta el punto de ser suficiente para crear un camino zigzagueante, que permitía a los excursionistas acceder a la superficie helada que había más allá. Podía ver un par de grupos ascendiendo por la senda. Resultaba tentadora, pero ni llevaba el equipo adecuado, ni tenía tiempo para intentar subir hasta el hielo.

Hielo blanco y hielo negro

Hielo blanco, hielo negro

Con la proximidad, resultaba mucho más sencillo distinguir las peculiaridades del extraño paisaje que tenía delante. Aunque seguía siendo complicado descifrarlo. En principio, el gran amontonamiento de hielo sucio del frente glaciar era la parte «estancada» de éste. Hielo que no avanza, o lo hace muy lentamente, y va acumulando detritos desde su parte posterior. Pero ¿qué era la extraña pared de hielo oscuro que se levantaba en la parte oriental del glaciar? Podría ser una morrena lateral en formación, pero no he logrado averiguarlo.

Lengua de hielo

Lengua de hielo.

Precisamente esta pared fue mi primer objetivo. Parecía sencillo llegar, atravesando un pequeño puente peatonal, probablemente instalado por las empresas que organizan las excursiones. Pero, cuando llegué a la otra orilla, un extraño amontonamiento de tierra parecía cortarme el paso. Una vez más, las apariencias eran engañosas. En realidad, se trataba de una lengua de hielo, nuevamente cubierta por gran cantidad de detritos. En cierto modo, me recordó los engañosos conos de hielo sucio, conocidos en Islandia como jökuldrýli, que había podido ver durante una excursión al Langjökull. Aunque lo que tenía delante era de unas dimensiones mucho mayores.

Hielo sucio en la laguna

Hielo sucio en la laguna.

Así que opté por ir en dirección contraria, buscando el lugar en el que el glaciar llega hasta la laguna. Ésta era de unas dimensiones relativamente pequeñas y, por supuesto, carecía de los icebergs que encontrarás flotando majestuosamente sobre Jökulsárlón. Aquí, tan solo había unos cuantos témpanos, de dimensiones reducidas. Eso sí, nuevamente llenos de suciedad. Lo interesante era que te permitían apreciar mucho más de cerca la composición de ésta.

Una cueva a los pies del Falljökull

Una cueva a los pies del Falljökull.

Llegué junto a una cueva, abierta por el agua en las entrañas del glaciar. Otro lugar extraño, por el que manaba el pequeño río que alimentaba la laguna. Intenté observar su interior, pero era increíblemente oscuro. Tampoco parecía muy sensato acercarse demasiado. La cueva aparentaba estar en un frágil equilibrio, lista para colapsar en cualquier momento. Y del frente glaciar caían continuamente pequeñas piedras. No podía descartar que, en cualquier momento, se desprendiera alguna más grande.

Un caos de hielo en el Falljökull

Caos de hielo.

Mientras tanto, el día seguía abriendo. Ahora podía ver claramente la parte media del glaciar, con su caótica superficie iluminada por el sol. Sus rayos ensalzaban un mundo de agudas crestas y profundos cañones, tan anárquico como atractivo.

Junto a la laguna del Falljökull

Junto a la laguna.

Comencé el regreso hacia el coche, ahora recorriendo el borde de la laguna. Además de los escasos témpanos que flotaban en sus aguas parduzcas, me llamó la atención el fango de su orilla. Lleno de extrañas texturas y de huellas de animales, que no logré identificar. Aunque, por sus dimensiones, parecían ser de insectos y de las aves que intentaban cazarlos.

Excursiones rumbo al Falljökull

Excursiones rumbo al Falljökull.

Aunque todavía no tenía intención de irme. De camino hacia el glaciar, había visto un lugar interesante desde el que volar el dron. Además, las condiciones eran óptimas. La única pega era que cada vez había más gente por la zona. El flujo de excursiones era continuo. Aunque el espacio era tan amplio que, durante mi visita, apenas había coincidido con alguien, volar un dron sobre tantas personas no era ni educado, ni legal. La solución parecía sencilla: me limitaría a hacerlo sobre la laguna.

En realidad, lo que más me atraía del Falljökull era su extraño frente glaciar, lleno de piedras, tierra y polvo. La acumulación de detritos sobre un glaciar tiene un efecto extraño. Cuando ésta es pequeña, aumenta el albedo del hielo, favoreciendo que se derrita y, por tanto, acelerando la descomposición del glaciar. Sin embargo, tras sobrepasar un determinado umbral, la capa de suciedad comienza a tener un efecto aislante. Aunque absorba el calor del sol, no logra trasmitirlo al hielo que hay debajo. Además, también ayuda a proteger el hielo cuando sube la temperatura del aire. Quizá el caso extremo de este fenómeno se de en el glaciar Kushtaka, en Alaska. La acumulación de detritos es de tal magnitud, que incluso ha crecido un bosque sobre su superficie, con el efecto de que su follaje protege aún más el hielo.

Dejando atrás el Falljökull

Dejando atrás el Falljökull.

Tras volar el dron emprendí, ahora si, el camino de regreso. La mañana estaba cambiando nuevamente, creando hermosos juegos de luces y sombras. Desde el punto de vista fotográfico, el Falljökull parecía no dar mucho más de si. Con más de una hora libre por delante, mi mente estaba elucubrando un nuevo plan, apenas cuatro kilómetros al noroeste. O quizá mi voluntad no tenía mucho que ver y, en realidad, el glaciar más deslumbrante de Islandia estaba llamándome, ejerciendo un influjo al que no podía resistirme.

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Para ampliar la información.

En Beats of my Trips describen una excursión sobre el glaciar: https://www.beatsofmytrips.com/islandia-trekking-crampones-excursion-glaciar-skaftafell/.

En inglés, muy recomendable la entrada sobre el Falljökull en Glacier Change: https://glacierchange.com/en/falljokull/.

La breve reseña sobre el glaciar en la web del parque nacional del Vatnajökull está en https://www.vatnajokulsthjodgardur.is/en/areas/skaftafell/destination-falljokull.

En https://eprints.lancs.ac.uk/id/eprint/84493/1/Tomkins2017MRes.pdf hay un largo estudio de la dinámica del hielo del Falljökull.

Sobre el mismo tema, se puede ver un artículo más breve en https://blogs.agu.org/geospace/2014/10/13/health-check-reveals-glacier-declining-due-warming-climate/.