Sobre las 7:30, salíamos del Highland Center de Hrauneyjar. Nuevamente disfrutábamos de una jornada soleada, sin viento y con 8ºC de temperatura. Un día espléndido, en el que se esperaban máximas por encima de los 15ºC. Resistiéndome a tirar la toalla, antes de ponernos en marcha consulté el mapa de carreteras que hay en un gran panel junto al aparcamiento, buscando la pista que lleva desde Háifoss hasta las inmediaciones de Gullfoss. Y allí estaba, con linea discontinua («carretera» de montaña), en gris (no es una ruta oficial) y con cuatro letras V (ríos sin puente) en el trayecto. Aquello no parecía realizable. Las pocas dudas que me quedaban se despejaron unos minutos más tarde, al principio de la pista que lleva a Háifoss, donde nos recibió una señal de peligro con el rótulo «IMPASSABLE» debajo. Fin de la cuestión.
Háifoss.
Gjáin, un oasis en las Tierras Altas.
Nuestro siguiente destino era Stöng. Había visto fotos de la reconstrucción de una granja de la época del Þjóðveldisöld, con paredes de piedra y turba y techos cubiertos por la hierba. Pero resultó que ese Stöng estaba algo más al sur, en las inmediaciones de la carretera 32. Nosotros acabamos en el Stöng auténtico, junto a la mucho menos transitada 327. Al principio, nos quedamos un poco desconcertados, pero acabamos ganando con la equivocación. Cambiamos un pastiche turístico por uno de los yacimientos arqueológicos más relevantes de Islandia.
Las ruinas de Stöng proceden del siglo XI, aunque hay indicios de que hubo otra granja, todavía más antigua, ocupando el mismo lugar. Hasta hace poco, se pensaba que Stöng había quedado sepultada bajo una gran capa de ceniza tras la erupción del Hekla en 1104. Pero se han descubierto indicios de ocupación, más o menos continua, hasta los alrededores del 1300. Quizá fue la erupción de ese año la que acabó con la granja. En cualquier caso, Stöng fue excavada por primera vez en 1939. Aunque los trabajos fueron dirigidos por el danés Aage Roussell, están considerados como el lugar de nacimiento de la arqueología de Islandia. En 1957 se decidió proteger el yacimiento con un edificio.
Stöng se encuentra prácticamente en el límite de las Tierras Altas. Desde allí, la pista mejoraba bastante, descendiendo suavemente hacia el curso del río Fossá. El paisaje, siendo áspero, resultaba verde y suave comparado con el que habíamos dejado atrás.
Poco después llegamos a Hjálparfoss, una hermosa cascada, de apenas 13 metros de altura, en el cauce bajo del Fossá. Hjálparfoss tiene una forma curiosa pues, aguas arriba, el río se divide en dos. Ambos brazos se precipitan desde las rocas volcánicas, para volver a unirse justo a los pies de la cascada, en una tranquila poza rodeada de columnas basálticas. Lo extraño de la ubicación y la facilidad de acceso, con su mirador a pocos metros del aparcamiento, hacen que Hjálparfoss sea un lugar bastante popular. A pesar de lo cual, nos causó cierta decepción. Desde luego, no era la espectacular Háifoss. Pero tampoco nos pareció rival para las más pequeñas, pero sutiles, cascadas que habíamos disfrutado en Gjáin.
Un paseo hasta Brúarfoss.
En https://depuertoenpuerto.com/doce-dias-en-islandia/ se puede ver el itinerario completo de nuestro viaje alrededor de Islandia en el verano de 2020.
Quien no tenga experiencia conduciendo en Islandia, puede encontrar ayuda en https://depuertoenpuerto.com/conducir-en-islandia-la-guia-completa/.
Si alguien se anima a hacer la ruta directa entre Háifoss y Gullfoss, puede encontrar cierta ayuda en https://nordbilder.com/reiseberichte-island/das-hochland-ii/linuvegur-haifoss-gullfoss/index.php. Está en alemán, pero entre Google Translator y las fotos, es posible hacerse una idea. Por lo que parece, buena parte de la ruta es una pista de mantenimiento de una línea de alta tensión.
En inglés, Guide to Iceland tiene una entrada sobre Stöng: https://guidetoiceland.is/connect-with-locals/regina/stong–the-ruins-of-a-real-viking-settlement-manor.
La web de la réplica de Stöng está en http://www.thjodveldisbaer.is/en.
Hit Iceland tiene una entrada sobre Hjálparfoss: https://hiticeland.com/hjalparfoss-waterfall.
También se puede consultar la entrada en European waterfalls: https://www.europeanwaterfalls.com/waterfalls/hjalparfoss/.
Que preciosidad de lugares. Me imagino que todos ellos en invierno serán completamente distintos.
Muchas gracias por compartir.
Islandia en invierno es un lugar mágico, cubierto por un gran manto blanco. Aunque éste oculta alguna de sus características, como el colorido de sus suelos, el contraste entre la actividad geotermal y la nieve crea escenas asombrosas, difíciles de describir.