El Museo Nacional de Groenlandia nació en 1965. Inicialmente estaba ubicado en Herrnhuthuset, en el sur de Nuuk. Una década más tarde, la expansión de sus colecciones, en parte por la repatriación de piezas relacionadas con las culturas nativas desde Dinamarca, llevó a su traslado a varios antiguos almacenes, en el viejo puerto colonial de Godthåb.

Acceso al museo

Acceso al museo.

El museo se organiza en tres edificios. El mayor de ellos, donde se encuentra la entrada al complejo, parece haber sido construido en 1936. Una pequeña explanada exterior, no muy bien señalizada, sirve de nexo de unión con el resto del conjunto. En sus salas encontraremos objetos relacionados con los distintos pueblos que han pasado por Groenlandia. Desde las culturas Saqqaq e Independencia I, en el entorno del 2500 AEC, hasta los cambios sociales a mediados del siglo pasado. Todo ello bien expuesto y explicado, generalmente en inuit e inglés. Por poner alguna pega, quizá la iluminación de algunas zonas resulte un tanto escasa.

Zona trasera del museo

Zona trasera del museo.

La historia de Groenlandia parece una larga sucesión de fracasos. Pueblos que llegaban a un espacio tan vacío como hostil, para llevar una vida de subsistencia, siempre rozando el límite de lo posible. Tan cerca de la frontera, que bastaba un ligero cambio de las condiciones ambientales para llevarlos a la desaparición. Incluso hoy, Groenlandia está en su mayor parte despoblada. En los algo más de 400.000 km2 que no permanecen todo el año bajo el hielo, apenas viven 60.000 personas.

Utensilios Saqqaq

Utensilios Saqqaq.

Los primeros pobladores de los que tenemos constancia pertenecen a una cultura que, en la actualidad, llamamos Saqqaq. Por el único motivo de que sus primeros restos se encontraron en el lugar homónimo, en la orilla suroriental de la península de Nuussuaq. Parece que acabaron extendiéndose por buena parte de la costa meridional de la isla. En el oeste, su límite septentrional estuvo en el actual Qaanaaq. En el este, llegaron hasta Scoresby Sund. Era un pueblo nómada, que buscaba su sustento en el mar y cuyo ADN se puede trazar hasta la actual Siberia. Probablemente llegaron a Groenlandia desde el Alto Ártico canadiense, atravesando el estrecho de Nares, que en su parte más angosta apenas mide 35 kilómetros. Los pueblos chukchis y koryaks son sus parientes más cercanos que han conseguido subsistir hasta nuestros días. En cambio, los Saqqaq desaparecieron en el entorno del 800 AEC, sin que sepamos los motivos. La única certeza es que, hasta el momento actual, son los que durante más tiempo lograron habitar en la isla.

Cabeza de buey almizclero

Cabeza de buey almizclero.

Mientras tanto, en el norte de Groenlandia apareció la cultura que conocemos como Independencia I. Por la misma razón: sus primeros restos aparecieron en el fiordo de la Independencia, cerca del extremo septentrional de la isla. En realidad, no tenemos la menor idea de cómo se denominarían a ellos mismos. También llegaron desde el Alto Ártico canadiense. Una vez en Groenlandia, se encontraron con un clima más benigno que el actual y una fauna que, al no estar acostumbrada a la presencia humana, era sencilla de cazar. Desaparecieron pasados 600 años, por causas que también desconocemos. Puede que exterminaran a los bueyes almizcleros, que eran su principal presa. O un empeoramiento del clima hizo emigrar a las focas, otro de los pilares de su sustento. Tampoco sabemos qué fue de ellos. Quizá emigraron hacia el sur, regresaron al Ártico canadiense, o simplemente se extinguieron.

Utensilios Dorset

Utensilios Dorset.

Algo más de un milenio tras la desaparición de Independencia I y coincidiendo con la desaparición de los Saqqaq, surgió la cultura que actualmente conocemos como Independencia II, nuevamente ocupando una franja de la costa septentrional de Groenlandia, aunque en esta ocasión más centrada en la zona al sureste del fiordo Independencia. Se calcula que apenas serían entre 4 y 6 familias, por lo que muchos estudiosos afirman que se trata de una rama aislada de los Dorset. Otro grupo humano, también procedente del oeste, que llegó a Groenlandia alrededor del 800 AEC. Aunque no sabemos demasiado de ellos, pues muchos de sus asentamientos han acabado sumergidos bajo las aguas, parece que su tecnología era muy básica y, por ejemplo, no disponían de embarcaciones. Se cree que permanecieron en la isla al menos durante 400 años, aunque algunos alargan su estancia hasta comienzos del siglo I. Tras su desaparición, Groenlandia quedó completamente deshabitada.

Utensilios noruegos

Utensilios noruegos.

Los Dorset regresarían en el entorno del 700 de nuestra era, otra vez al noroeste de la isla. Aunque en esta ocasión no tardarían en coincidir con el primer grupo que llegó a Groenlandia desde el este: los mal llamados vikingos. En algún momento entre los años 876 y 932 Gunnbjörn Ulfsson, un noruego afincado en Islandia, dio por casualidad con varios escollos en la costa suroriental de Groenlandia. Tras un primer intento fallido, capitaneado por Snæbjörn Galti, serían Erik el Rojo y sus seguidores quienes, a partir del 985, conseguirían fundar un asentamiento permanente. O más exactamente dos. El «oriental», centrado en la diócesis de Garðar, y el «occidental», en torno a la granja de Sandnæs. Los noruegos también viajaron con frecuencia a la zona de la actual Disko Bugt. Aunque no fundaron ninguna población estable en esta zona, hay restos de algún edificio. Posiblemente almacenes o refugios para cazadores. En 1410 partió el último barco hacia Europa y los noruegos de Groenlandia se difuminaron en la bruma de la historia. Nuevamente, sin que conozcamos las causas con certeza. Quizá fue la Pequeña Edad de Hielo, la competencia del marfil africano, o los enfrentamientos con un nuevo pueblo, una vez más procedente del oeste.

Umiaq del siglo XV

Umiaq del siglo XV.

La cultura que hoy conocemos como Thule nació sobre el 200 AEC en el entorno del estrecho de Bering. Llegaron a Groenlandia durante el siglo XIII. Su nombre procede del emplazamiento en el que, en 1916, se encontraron sus primeros indicios. En la actualidad, el lugar ha recuperado su denominación tradicional: Uummannaq. En su avance hacia el sur, primero se encontraron con los Dorset. Parece haber existido cierto intercambio cultural, aunque no hay trazas de mezcla genética. Después, con los noruegos. Quizá ya se habían enfrentado en el Ártico canadiense, donde los escandinavos parecían acudir con relativa frecuencia, y sean los Skræling mencionados en las Sagas. Los Thule estaban perfectamente adaptados a su entorno. Eran capaces de construir grandes embarcaciones, o de moverse sobre el hielo en trineos tirados por perros. También demostraron una gran capacidad de asimilación cultural. Por ejemplo, aprendieron de los Dorset la técnica de cazar focas haciendo agujeros en el hielo, o de los noruegos el uso del hierro. En algún momento del siglo XV, se convirtieron en los únicos pobladores de Groenlandia. Los actuales Inuit son sus descendientes directos.

Momias de Qilakitsoq

Momias de Qilakitsoq.

La joya del museo, las momias de Qilakitsoq, pertenecen a esta cultura. Ubicado en la costa septentrional de la península de Nuussuaq, al norte de Disko Bugt, el lugar era conocido por sus restos arqueológicos desde 1903. En 1972 dos cazadores de Uummannaq descubrieron casualmente un enterramiento. Seis años más tarde se realizaría una excavación científica, en la que recuperaron ocho momias, que fueron trasladadas para su estudio a Copenhague. Las momias tenían un origen natural. La falta de suelo provocó que los cuerpos fueran cubiertos con piedras sueltas. Esto, unido al clima frío y seco, favoreció su preservación. En total se encontraron 8 cuerpos, correspondientes a 6 mujeres y 2 niños, fallecidos en el entorno del 1475. En 1982 fueron devueltas a Groenlandia, como parte del proceso de repatriación de bienes culturales emprendido por Dinamarca. Los cuatro cuerpos mejor conservados (tres mujeres y un niño de 6 meses de edad) permanecen expuestos al público, en una sala exclusivamente dedicada a tal fin.

Præstekjole con rokkrave

Præstekjole con rokkrave.

Pero los europeos no tardarían en regresar. A lo largo de los siglos XVI y XVII hubo apariciones esporádicas de exploradores o balleneros de diversas nacionalidades: portugueses, ingleses, daneses, holandeses… Hasta que entró en escena el pastor luterano Hans Egede. Tras convencer a Federico IV de Dinamarca de la posible supervivencia de los antiguos asentamientos noruegos, en 1721 zarpó de Bergen con tres naves. Por supuesto, no encontró ningún descendiente de los noruegos medievales, pero ya que estaba allí, decidió evangelizar a los inuit. Y, de paso, establecer puestos comerciales y balleneros. Aquel sería el inicio de la actual presencia danesa en Groenlandia.

Mapa tradicional inuit

Mapa tradicional inuit.

Presencia que, como toda conquista colonial, se realizaría mediante la imposición de una cultura «superior», en un complicado equilibrio entre la asimilación y el desprecio por el indígena. Algo que el museo muestra sin tapujos. Por ejemplo, en la sala dedicada a la historia de la cartografía de la isla, donde podemos observar la suplantación de los nombres inuit por otros claramente europeos, con los que se buscaba establecer una jerarquía cultural y, de paso, borrar cualquier recuerdo de quién había explorado previamente aquellos parajes remotos. Un proceso que actualmente se está revirtiendo, de la mano de la creciente autonomía de Groenlandia.

El siglo XX

El siglo XX.

También encontraremos exposiciones sobre los largos años durante los que Groenlandia fue una sociedad prácticamente cerrada, con una fuerte estratificación social, basada en la raza y en la explotación del monopolio comercial danés. Situación que comenzó a desmoronarse con la ocupación alemana de la metrópoli, durante la Segunda Guerra Mundial. Groenlandia pasó la guerra ocupada por los Estados Unidos, abriéndose al mundo mientras se publicaba el primer periódico y se proyectaban las primeras películas. En 1953 la isla dejó de ser una colonia, para convertirse en una parte integrante del Reino de Dinamarca, con los mismos derechos y obligaciones que cualquier condado danés. Al menos en teoría. En la práctica, supuso un último intento de asimilación cultural. Tras su fracaso, en 1979 Groenlandia consiguió cierto grado de autonomía, que se vería reforzado en 2009, cuando se reconoció a los groenlandeses como un pueblo diferente del danés, con derecho a obtener la independencia. Tres años más tarde, el inuit se convirtió en el idioma oficial del país.

Juguetes tradicionales inuit

Juguetes tradicionales inuit.

Una historia difícil, en uno de los lugares más extremos del mundo. Y cuyas complicaciones parecen no tener fin, de la mano del calentamiento global y las nuevas realidades geoestratégicas. Groenlandia, que durante milenios permaneció en un lugar marginal de la historia, ahora está en su centro. Una posición que no desea y para la que su escasísima población probablemente no esté preparada. El Museo Nacional es un buen lugar para intentar comprender esta realidad y, de paso, comprobar hasta qué punto el clima y las demás variables medioambientales condicionan nuestro devenir por el planeta.

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Para ampliar la información.

En la biblioteca digital de la UNESCO hay una breve reseña sobre el museo (https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000097969_spa) y otra sobre la restitución de bienes culturales desde Dinamarca (https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000083139_spa).

En inglés, la web oficial del museo está en https://en.nka.gl/.

El Museo Nacional de Dinamarca tiene una buena sección sobre la prehistoria de Groenlandia: https://natmus.dk/organisation/forskning-og-kulturarv/nyere-tid-og-verdens-kulturer/etnografisk-samling/arktisk-forskning/prehistory-of-greenland/.

En Guide to Greenland encontrarás un artículo sobre las momias de Qilakitsoq: https://guidetogreenland.com/about-greenland/greenland-today/the-qilakitsoq-mummies/.