Háifoss se encuentra al final de la carretera 332. Una pista de tierra que no lleva una F delante del número, por lo que en teoría no debería ser necesario un 4×4 para recorrerla. Dicho lo cual, nosotros nos encontramos con un firme en bastante mal estado. Peor que la mayor parte de las pistas F de las Tierras Altas y mucho mas bacheado de lo que puede dar a entender la foto superior. Además, si se va con un vehículo de alquiler, es aconsejable comprobar que las condiciones del contrato permiten conducir por tramos sin asfaltar, así como el grado de cobertura del seguro si el coche sufre algún desperfecto.
Una vez se llega al aparcamiento, la ruta hasta el mirador apenas tiene 400 metros de longitud. La vista, desde el borde del cañón formado por el río Fossá, es impresionante, con las cascadas, de 122 y 101 metros de altura, despeñándose desde los riscos del otro lado. El río, con un caudal medio de 7 m³/s, se divide en dos poco antes de llegar al borde del barranco, creando los imponentes saltos de agua. La erosión permite apreciar las distintas capas del terreno, formadas por erupciones de hace dos millones de años. Destacan los sustratos inferiores, compuestos por tefra prensada durante las glaciaciones, rematados por una llamativa capa de columnas basálticas. Pero el panorama no es perfecto. Un par de líneas de alta tensión atraviesan las inmediaciones, sobresaliendo justo sobre el horizonte.
También es posible visitar el fondo del cañón. Desde el mismo mirador, una senda se dirige hacia el suroeste. Una escalera de madera permite superar la valla que cierra el paso al ganado, pero la falta de tiempo nos impidió recorrerla. Otra opción sería acceder desde las cercanas ruinas de Stöng, o desde Gjáin, aunque en ambos casos parece ser una larga caminata.
Tuvimos la suerte de acertar a visitar Háifoss en un espléndido día de verano, con sol, una temperatura relativamente agradable y, sobre todo, muy poco viento. Toda una rareza en Islandia. La afluencia de visitantes, en un lugar con mal acceso y fuera de los circuitos turísticos más populares, era muy escasa. Hasta tal punto, que acabamos quedándonos completamente solos. De propina, la cascada nos regaló un hermoso arco iris doble, levantándose desde sus pies. La pena fue que, al ir a primera hora de la mañana, el sol estaba todavía demasiado bajo, dejando el fondo del barranco sumido en la penumbra. En cualquier caso, una visita breve pero interesante, muy recomendable si te encuentras visitando la zona, en el borde de las Tierras Altas.
If you see this after your page is loaded completely, leafletJS files are missing.
Para ampliar la información:
En https://depuertoenpuerto.com/doce-dias-en-islandia/ se puede ver el itinerario completo de nuestro viaje alrededor de Islandia en el verano de 2020.
El blog Beats of my trips tiene una larga entrada sobre la cascada: https://www.beatsofmytrips.com/haifoss-cascada-islandia/.
En inglés, en Full Suitcase se puede encontrar un post bastante completo: https://fullsuitcase.com/haifoss-iceland/.
También interesante la entrada en Guide to Iceland: https://guidetoiceland.is/connect-with-locals/regina/the-beautiful-waterfalls-in-fossa-river.
Trackbacks/Pingbacks