Era sábado, por lo que cuando atracamos la ciudad estaba todavía despertándose. Aquí, todavía mas que en otros puertos, se hizo evidente el escaso cuidado puesto por Norwegian en la programación de los horarios de las escalas. ¿De verdad era necesario llegar a las 8:00 para salir a las 17:00? Creo que hubiera tenido mucho mas sentido atrasar una, o mejor dos horas, tanto la llegada como la salida.
Aunque por separado, mi mujer y yo ya habíamos estado en Palma, aunque en mi caso particular tengo que reconocer que es una de las ciudades españolas que menos conozco. Es el caso típico de algo que, por estar cerca, vas dejando siempre para mas adelante. Así que decidimos hacer una visita muy relajada, centrándonos en unos pocos puntos: la lonja, la catedral y los baños árabes, dejando algo de tiempo para callejear y disfrutar de la ciudad en si.
Como era tan pronto, decidimos ir hasta el centro dando un paseo. El barco había atracado en el muelle de la Terminal Marítima, desde el que hay aproximadamente 3,5 kilómetros andando hasta la lonja, el primer edificio que pensábamos visitar. Fuimos andando tranquilamente, viendo los barcos atracados en la interminable sucesión de pantalanes para embarcaciones de recreo en que se ha convertido el puerto de Palma. De paso, buscábamos un sitio para tomar un café, pero estaba todo cerrado. Al igual que la lonja, de la que únicamente pudimos ver el exterior.
Para que no nos pasase lo mismo en la catedral, y de paso matar nuestro antojo de café, decidimos dar un rodeo por el precioso paseo del Born, donde finalmente pudimos encontrar algo abierto. Desde allí retrocedimos para subir, por la Costa de la Seu, hacia el barrio alto de la ciudad antigua.
Nos dirigimos a los baños árabes. El jardín en el que se encuentran fue parte, hasta el siglo XIX, de una mansión particular. Son unos baños modestos, edificados durante la última época de la presencia musulmana en Mallorca, entre la primera toma cristiana de la ciudad, en 1115, y la conquista definitiva, en 1229. De hecho, los materiales que se utilizaron para edificar los baños proceden de edificios destruidos durante el primer ataque. El edificio no está restaurado, lo cual creo que aumenta su encanto, acentuado además por ser uno de los pocos edificios musulmanes que ha sobrevivido en la isla.
A continuación, nos dirigimos a la Seu, o Catedral de Santa María. El edificio, de estilo gótico levantino, se comenzó a construir a principios del siglo XIV, estando finalizado en 1601. Es la única catedral gótica del mundo que está junto al mar. También es notable por su gran rosetón y por tener una de las naves góticas mas altas del mundo. Antoni Gaudí realizó una reforma, entre 1904 y 1914, en la que se alteraron, con distinto grado de acierto, algunos elementos de la catedral. Fruto de aquellos trabajos es el interesante baldaquino modernista que podemos ver sobre el altar mayor, aunque en realidad es una maqueta, ya que el definitivo nunca llegó a construirse.
Tras salir de la catedral, empleamos el resto de la mañana en dar una vuelta, sin rumbo fijo, por la parte antigua de la ciudad. Palma es una ciudad limpia y tranquila, por la que da gusto pasear. En las callejuelas de trazado medieval hay numerosos edificios históricos: palacetes, iglesias o edificios públicos, todos en un magnífico estado de conservación. En el trayecto, visitamos alguna iglesia que encontramos abierta, como Sant Jaume, una pequeña pero interesante iglesia gótica.
Poco a poco, fuimos derivando hacia el Oeste. Cuando llegamos a Sa Riera, el torrente que marca el límite de las antiguas murallas renacentistas, decidimos que era hora de ir pensando en comer. Teníamos antojo de arroz, así que buscamos en TripAdvisor y decidimos ir a Sa Cranca, que además de tener una bonita vista sobre el puerto, nos cogía de camino hacia el barco. Fue una mala idea, pues acabamos tomando un arroz bastante mediocre.
Tras la decepcionante comida, decidimos encaminarnos hacia el barco, paseando de nuevo junto a las embarcaciones de recreo. Se había nublado, y el sol empezaba a descender hacia el horizonte. Había una curiosa luz crepuscular y la tarde animaba a pasear tranquilamente. Tardamos una hora en recorrer los escasos dos mil quinientos metros que nos separaban del Norwegian Epic.
A las cinco de la tarde, con una puntualidad que habíamos echado de menos en los puertos italianos, comenzó la maniobra de desatraque. La salida de Palma fue bastante interesante. Contra todo pronóstico, las nubes comenzaron a dispersarse, dejando jirones de cielo azul. Una multitud de gaviotas se congregó para acompañarnos durante la salida del puerto.
Página oficial de turismo del Ayuntamiento de Palma: http://www.visitpalma.com/es/.
En https://www.mallorca.es/ hay información práctica de toda la isla.
En http://ibalears.com/es/blog/mallorca-es/centro-historico-de-palma/ hay una larga descripción del centro histórico de la ciudad.
La página http://viagallica.com/baleares/lang_es/index.html es una mina de información. Es una pena que tenga un diseño tan desfasado.
Por último, en la web del puerto de Palma (http://www.portsdebalears.com/palma) se puede descargar un plano del puerto en PDF.