A pesar de navegar por un mar plagado de islas, estuvimos casi todo el tiempo sin poder divisar tierra. Inicialmente navegamos paralelos a la costa de Panay pero, tras superar su extremo occidental, la perdimos de vista. El resto de la tarde, la única isla que pudimos ver fue Maniguin, difuminada entre la bruma. La isla tiene un faro de 30 metros de altura, construido en 1905, pero fui incapaz de distinguirlo. Volvimos a ver tierra al atardecer, cuando pudimos disfrutar de una bonita puesta de sol sobre el archipiélago de Cuyo.
Cuando desperté a la mañana siguiente, navegábamos con rumbo suroeste, paralelos a la costa de Palawan. Unas treinta millas náuticas nos separaban de la isla, por lo que era imposible ni tan siquiera adivinar la costa. Durante la noche, habíamos cruzado la única ruta de navegación que transcurre por éste mar, que parecía estar completamente vacío. Pasamos casi todo el día descansando plácidamente, sin divisar tierra ni barcos en el horizonte. No fuimos los únicos que aprovecharon el día para relajarse. Una extraña quietud parecía haberse apoderado del Celebrity Constellation y sus pasajeros. El barco parecía estar casi tan vacío como el mar. Las pocas personas que se podía ver en cubierta se dedicaban a leer tranquilamente, o simplemente a dormitar, disfrutando de una brisa suave y templada.
Viendo nuestro rumbo y sabiendo nuestro destino, hubiera asegurado que navegaríamos por el centro del estrecho de Balabac, que separa la isla filipina del mismo nombre y la isla malaya de Banggi. Sin embargo, al llegar a la altura de la bahía de San Antonio, el Celebrity Constellation viró levemente hacia estribor, apartándose del eje del estrecho. El cambio de rumbo hizo que acabáramos navegando entre el arrecife Roughton y la isla Comiran, que pudimos distinguir a la luz del atardecer. En el interior de Roughton hay un pequeño islote, junto al cual se podía ver el curioso hotel Onok Island. Aunque llamarlo hotel sea un poco exagerado, ya que aparentemente no tiene agua corriente y solo hay electricidad durante unas horas. Quizá por ese motivo, desde la distancia el arrecife parecía una imagen sacada del paraíso.
A unas tres millas de Balabac, el Celebrity Constellation viró hacia el sur. Pasamos lo poco que quedaba de la tarde navegando en paralelo a tierra. Mientras, el sol del atardecer asomaba entre las nubes y las montañas de la isla, regalándonos una preciosa puesta de sol. A pesar de estar habitada por un grupo étnico de religión musulmana, desde la distancia Balabac presentaba un aspecto virginal, con sus laderas cubiertas de selva desde el mar hasta las cumbres. Según caía la noche, la única luz que podíamos distinguir con claridad procedía del sur de la isla. Era el faro Melville. A pesar de su nombre, el faro fue construido en 1892, antes de la cesión de Filipinas a Estados Unidos. La torre de 27 metros es considerada el faro mas remoto e inaccesible de Filipinas. Declarado edificio histórico en 2011, la lámpara actual está ubicada en una estructura prefabricada de aluminio, instalada junto al antiguo faro. Su luz intermitente fue lo último que pudimos ver de las Filipinas.
En el blog Viajeros al Viaje hay una entrada sobre las islas Balabac y Onuk: https://viajerosalviaje.com/es/article/balabac-isla-onuk-paraiso-sin-turistas-y-de-bajo-presupuesto-en-palawan.html.
En inglés, en https://www.thelostjalebi.com/the-lost-jalebi/onok-island-the-best-island-in-the-philippines hay un post sobre el hotel en Onok Island.
En el blog Lakwatsero se puede ver una entrada sobre el faro del cabo Melville: https://www.lakwatsero.com/spots/cape-melville-lighthouse/.