Habíamos pasado nuestra primera tarde en Singapur recorriendo los antiguos barrios árabe e indio. Agotados, nos fuimos a dormir poco después de las nueve de la tarde. Al día siguiente estábamos mas descansados, pero con el sueño todavía cambiado. Despertarnos sobre las 4:30 de la mañana tuvo la ventaja de permitirnos disfrutar de un precioso amanecer sobre el futurista skyline de Marina Bay.
El objetivo para el segundo día era visitar Chinatown. Aunque sería mas correcto hablar del objetivo de la mañana, ya que queríamos embarcar en el Celebrity Constellation sobre la hora de comer. Pero el madrugón nos brindaba tiempo de sobra para nuestros planes. Después de desayunar, cruzamos hacia el Merlion Park, junto a Marina Bay. El Merlion, una mezcla de león y pez, se ha convertido en el símbolo de la ciudad-estado desde que la estatua se colocó en 1972. El pequeño parque se encuentra en la antigua linea de costa. Toda la zona de Marina Bay se ganó al mar entre 1969 y 1992. Posteriormente, se construyó una presa para aislar la bahía del mar y poderla integrar en el sistema de suministro de agua de Singapur. La antigua bahía junto a la desembocadura del río Singapur ha acabado convertida en un lago de agua dulce.
Atravesamos fugazmente el Distrito Cívico, donde se encuentra buena parte de la herencia arquitectónica de la época británica. Es un barrio tranquilo, con amplias zonas ajardinadas rodeando los edificios coloniales, que en su mayor parte se han convertido en museos o centros culturales. El distrito está bordeado por el río Singapur, que se puede cruzar por dos puentes históricos, el Cavenagh Bridge, un interesante puente colgante abierto en 1870 y el mas convencional Anderson Bridge. Este último se construyó en 1910, con la idea de demoler el puente Cavenagh, que finalmente se reconvirtió en un puente peatonal. Todavía se puede ver una curiosa placa, prohibiendo el paso a vehículos que pesen mas de tres centenas (unos 152 kilogramos), ganado y caballos.
Tras cruzar el río y atravesar algunas calles del distrito financiero, desiertas por el descanso dominical, nos dimos de bruces con el santuario de Nagore Dargah. Construido por la comunidad musulmana de origen indio entre 1828 y 1830, es uno de los edificios mas antiguos de Singapur. También es una muestra de que el plan original de segregar a las distintas culturas nunca se acabó de implementar totalmente, ya que está enclavado justo al lado de uno de los principales templos de Chinatown.
Tras abandonar el templo, seguimos callejeando por Chinatown. Singapur es una ciudad de contrastes arquitectónicos. Los edificios históricos que sobrevivieron a la invasión japonesa suelen estar espléndidamente cuidados. Pero, junto a este mimo a su pasado histórico, Singapur es famosa por abrazar la modernidad con pasión. Lo cual, unido a la increíble mezcolanza de orígenes culturales, crea un entorno urbano muy interesante. En la misma calle, puedes encontrar edificios de inspiración modernista, una mezquita construida en el estilo de la India meridional, un templo hinduista y un complejo de apartamentos con varios premios internacionales. Todo ello adornado con los clásicos farolillos chinos.
Terminamos nuestra visita al barrio chino recorriendo su famosa Food Street. Ubicada en Smith Street, la calle es una interminable sucesión de restaurantes, protegidos del sol y la lluvia por una cubierta. Abierta de 11 a 23 horas, es uno de los lugares mas populares para comer en Singapur. Al calor de Food Street, toda la zona se ha convertido en una abigarrada sucesión de tiendas y locales de restauración. Era muy pronto, por lo que los restaurantes todavía estaban preparando la apertura y la afluencia de público relativamente escasa. A pesar de lo cual, en algunos momentos, era complicado deambular entre las terrazas y la mercancía expuesta en la calle.
Se acercaba la hora de volver al hotel, por lo que salimos de nuevo a South Bridge Road. Durante el paseo de regreso, se alternaban los barrios tradicionales, como Singapore River, junto a los antiguos muelles en el río, con otros de rabiosa modernidad. Nos llamó especialmente la atención el hotel Parkroyal on Pickering, una de las mejores muestras de jardín vertical de Singapur, que ha recibido numerosos premios por su arquitectura. El edificio cuenta con 15.000 metros cuadrados de jardines, diseñados para ser auto-sostenibles mediante el uso de agua de lluvia y energía solar. Inaugurado en 2013, su diseño es una colaboración entre WOHA, una prestigiosa firma de arquitectura sostenible, y Tierra Design, especialista en diseño de jardines urbanos.
Tras cruzar de nuevo el río, regresamos al Distrito Cívico. Se nos hacía tarde, pues debíamos dejar el hotel a medio día. Además, el calor y la humedad comenzaban a hacernos mella. Afortunadamente, estábamos muy cerca de nuestro destino. Tras bordear varios edificios gubernamentales y la Catedral de San Andrés, principal templo anglicano del país, regresamos a Raffles City, complejo en el que se ubicaba el hotel. Nuestro siguiente destino, la terminal de cruceros de Marina Bay, estaba a unos escasos cuatro kilómetros, un corto trayecto en taxi.
En https://depuertoenpuerto.com/crucero-mar-de-la-china-meridional/ se puede ver nuestro itinerario completo por el mar de la China Meridional.
En inglés, la página oficial de turismo de Singapur tiene una sección dedicada a Chinatown: http://www.visitsingapore.com/see-do-singapore/places-to-see/chinatown/.
El templo de Thian Hock Keng tiene una web propia: http://thianhockkeng.com.sg/site/.
Quien tenga curiosidad sobre el plan de división por distritos étnicos de Singapur, puede encontrar información en la Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Jackson_Plan.
Trackbacks/Pingbacks