Raufarhöfn en otoño.
Una excursión a Rauðanes.
Mi siguiente destino estaba al otro lado del Þistilfjörður. Apenas tardé veinte minutos en llegar a Þórshöfn, donde empezó mi recorrido por la carretera 869. Langanesvegur, como también es conocida la ruta, era uno de los últimos tramos de la Carretera de la Costa Ártica que me faltaba por conocer.
Langanes, la «península larga».
Empleé aproximadamente 4 horas en realizar un recorrido de 112 kilómetros, entre ida y vuelta, por la península. Por una carretera bastante más complicada de lo que inicialmente había previsto, pero que me permitió disfrutar de un entorno que también fue más interesante de lo que esperaba.
La primera fue frente a Þorvaldsstaðir. Una granja con un hermoso emplazamiento. A pesar de que aquella tarde el impresionante telón de fondo, formado por el Gunnólfsvíkurfjall, estaba velado por las nubes, que parecían empeñadas en recuperar el terreno perdido a lo largo del día. En cualquier caso, aunque era la primera vez que contemplaba aquel paisaje sin nieve, el lugar no dejaba de tener un aspecto desolado.
La siguiente parada fue en Skeggjastaðakirkja. Otro lugar que únicamente había visitado en invierno. La pequeña iglesia, edificada en 1845, siempre me ha parecido una de las más pintorescas de Islandia. La falta de nieve lograba realzar su belleza, al hacerla destacar sobre un fondo verde pardusco. Aunque, todo hay que decirlo, también privaba al lugar de parte de su descarnado encanto invernal.
A continuación, hice el firme propósito de no detenerme hasta llegar al pequeño mirador que hay en las inmediaciones de Svartfell, frente a Sauðaskarð. Pero llegué demasiado tarde. Entre lo avanzado de la hora y un cielo cada vez más plomizo, no tenía el menor sentido detenerse para intentar hacer unas fotos con una luz claramente insuficiente. Parecía más sensato recorrer el último tramo sin asfaltar, aprovechando las últimas luces del ocaso, y emplear lo poco que quedaba de día para cenar tranquilamente y descansar. Al día siguiente, me esperaba una larga excursión hasta el cráter del Askja, que en realidad era el eje en torno al que giraba todo mi periplo por el noreste de Islandia. Mejor afrontarlo descansado.
Para ampliar la información.
Si no tienes experiencia conduciendo en Islandia, te recomiendo leer esta otra entrada del blog: https://depuertoenpuerto.com/conducir-en-islandia-la-guia-completa/.
Si tienes curiosidad por saber cómo es la zona en invierno, puedes visitar https://depuertoenpuerto.com/de-husavik-a-modrudalur/.
O una entrada más centrada en la costa de Bakkaflói en https://depuertoenpuerto.com/bakkafloi-la-costa-de-la-desolacion/.
En inglés, la web oficial de la Carretera de la Costa Ártica está en https://www.arcticcoastway.is/.




