La iglesia tiene su origen en un antiguo convento franciscano. Su nombre procede de los grandes viñedos que ocupaban la zona antes del comienzo de las obras, en 1253. Se eligió el terreno por la creencia popular de que el mismísimo San Marcos, patrón de la ciudad, había pernoctado allí durante su viaje a Aquilea. La zona comenzó a poblarse y se edificó un primer templo, de estilo gótico. Como tantos conventos venecianos, su actividad se vio interrumpida por la invasión napoleónica, cuando se convirtió en un cuartel de marina. Posteriormente, los austriacos lo convirtieron en cuartel de artillería. Recuperó su función tradicional en 1881, aunque para entonces se había perdido una parte de los edificios.
Mucho antes, la iglesia se había quedado pequeña. En 1532 se derribó el viejo templo gótico, para levantar una iglesia renacentista bajo la dirección de Jacopo Sansovino. El resultado es un edificio que, para muchos, sería el mas toscano de Venecia. Su nave central está flanqueada por doce capillas, a las que habría que añadir otras dos, más allá del transepto, y la capilla Santa, situada cerca del primer claustro. Entre ellas hay auténticas joyas, con obras de arte de Palma el Joven, Paolo Veronese o Giovanni Bellini, entre otros. La iglesia fue terminada en 1554, pero su fachada seguía inconclusa. El diseño original había quedado completamente desfasado para el gusto imperante. En 1562 se encargó un nuevo proyecto a Andrea Palladio. La fachada, completada en 1570, sería la primera finalizada en Venecia por el célebre arquitecto.
En la antigua sacristía encontraremos la capilla Santa, un recogido rincón que contrasta con el resto del templo. Fue construida en 1579. Su denominación como santa no es fortuita, pues tiene ese privilegio por deseo expreso del papado, que la situa a la altura de las basílicas de Roma. En el lugar más destacado de la capilla podemos ver una obra pintada en 1507 por Bellini: Virgen con Niño flanqueada por los santos Juan Bautista y Francisco y Sebastián y Jerónimo.
Salimos de San Francisco de la Viña por una puerta lateral en su fachada meridional, directamente al campo San Francesco. Como tantos templos del Véneto, el campanario de San Francisco de la Viña está en un edificio separado, en este caso junto al ábside. El actual es fruto de una reconstrucción llevada a cabo entre 1571 y 1581. Tiene fama de ser el campanile más esbelto de Venecia y, en tiempos de la república, era uno de los tres que tenía el privilegio de dar la señal de reunión del Gran Consejo.
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El magnífico blog Viajar con el Arte tiene nada menos que tres entradas sobre San Francisco de la Viña: https://viajarconelarte.blogspot.com/2013/06/la-fachada-de-palladio-en-san-francesco.html, https://viajarconelarte.blogspot.com/2013/05/venecia-viii-san-francesco-della-vigna-i.html y https://viajarconelarte.blogspot.com/2013/06/cappelle-contarini-basso-sagredo-y.html. Poco se puede añadir a lo escrito por Sira.
En https://depuertoenpuerto.com/entre-los-dolomitas-y-ravena/ se puede ver el itinerario completo de nuestro viaje por el nordeste de Italia.
En inglés, la web The Churches of Venice tiene una entrada sobre San Francisco: http://churchesofvenice.com/sanfrandellavig.htm.
Lo cierto es que tu visita a Venezia fue de lo más completa. Nos traes aquí otra maravilla que desconocía completamente. Muy buen post.
Muchas gracias por compartir estos lugares.
Gracias Joshua. Venecia es inabarcable. Puedes visitar la ciudad mil veces y te quedarán lugares por conocer.