La Torre del Reloj de Rodas

La Torre del Reloj se encuentra en la parte alta de la ciudad medieval de Rodas, muy cerca del Palacio del Gran Maestre y de la Mezquita de Suleyman. La primera torrre la levantaron los bizantinos, en el ángulo suroeste de la antigua ciudadela. Reconstruida sucesivamente por cruzados y otomanos, fue dañada irremediablemente a mediados del siglo XIX. Primero, por un terremoto en 1851. Poco después, en 1856, los restos sufrieron los efectos de la explosión del polvorín en la vecina Iglesia de San Juan (la misma explosión que dañó el Palacio del Gran Maestre). En 1857 Fechti Pasha, un alto funcionario otomano de paso por Rodas, hizo edificar la estructura actual sobre las ruinas.

La torre no es demasiado elevada pero, al estar emplazada en la parte mas alta de la ciudad y sobre los restos de la anterior torre defensiva, permite disfrutar de las mejores vistas del barrio medieval de Rodas. Subimos sobre la diez de la mañana. El calor era todavía soportable y la visibilidad bastante buena.

Al norte el Palacio del Gran Maestre dominaba la vista, mas allá del tejado rojo de las escuelas de Tourkiko, que ocupan el antiguo emplazamiento de la Iglesia de San Juan, totalmente destruida por la antes citada explosión. Tambien era perfectamente visible la cercana costa de Turquía.

Hacia el este, pasados los tejados que a duras penas dejaban ver la muralla, se divisaba Kolona, el antiguo puerto comercial de la ciudad medieval. El Eurodam estaba atracado en el lado exterior del Muelle de los Molinos, que cierra Kolona por el este. La mole del barco empequeñecía la Torre de Francia, construida en 1451 en el extremo norte del muelle. Éste debe su nombre a los numerosos molinos que, en tiempos de los Hospitalarios, había en el lugar.

La vista hacia el sur estaba dominada por el esbelto minarete de la vecina Mezquita de Suleyman, rivalizando en altura con la Torre del Reloj. Entre los tejados del antiguo barrio turco, eran visibles las cúpulas de varias mezquitas, así como los antiguos baños. Mas allá, el lienzo de muralla que va de la Torre de la Virgen hasta la Torre de San Juan, antiguamente encomendado a los caballeros de lengua inglesa, marcaba el límite de la ciudad medieval.

Por último, hacia el oeste se distinguía claramente el impresionante bastión de San Jorge y, un poco mas cerca, la cúpula roja de la iglesia del mismo nombre. Un pequeño bosque marcaba la zona de terraplenes, al otro lado del foso de la muralla. Mas allá, un barrio moderno se interponía entre la ciudad medieval y la antigua Acrópolis.

Tras bajar de la torre, se puede visitar una pequeña exposición, con información sobre la historia del edificio y alguna pieza de la maquinaria original del reloj. En el mismo patio hay un quiosco y algunas mesas. Curiosamente, la entrada a la torre da derecho a una consumición. Un detalle de agradecer en el caluroso verano de Rodas.

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