Inverness

Inverness es el centro administrativo de las Tierras Altas de Escocía. Una pequeña ciudad de unos 50.000 habitantes junto a la desembocadura del río Ness, que es precisamente el significado de su nombre en gaélico.

A pesar de su reducido tamaño, es una ciudad animada, o al menos lo era en la tarde del sábado que la visitamos. Apenas tiene grandes monumentos, aunque en general los edificios dan la impresión de estar bien construidos. Es especialmente agradable pasear por las orillas del río Ness, o por High Street, la calle principal peatonal. También visitamos la catedral, St. Andrew’s, un edificio neogótico de mediados del XIX.

Aunque existen indicios de que, al menos desde el siglo XI, existió una fortificación en su ubicación, el actual Castillo de Inverness es un edificio relativamente moderno (1836) que se utiliza como sede de los juzgados. El único motivo para subir a la colina es disfrutar de la vista.

Por lo demás, la ciudad se recorre en poco tiempo y no creo que de para mucho mas que una visita de unas cuantas horas. Su principal atractivo es servir de base para recorrer las Highlands escocesas. En Ness Walk, en la orilla izquierda del río, hay varios locales bastante agradables para comer o simplemente disfrutar de una cerveza. Algunos tienen mesas en la calle, frente al río: una buena opción para reponer fuerzas si tienes la suerte de que haga buen tiempo.