Habiendo fracasado el intento de adquirir directamente los billetes para el Ferrocarril de Flåm, la única opción que nos quedó para poder realizar el recorrido fue mediante una excursión organizada por MSC. Al final fue todo un acierto, pues la excursión nos permitió ver paisajes muy interesantes, que no hubiéramos podido conocer con nuestro plan original. Además, la organización consistía en poco más que facilitarte los billetes de tren y autobús, darte los horarios y ofrecer una persona de apoyo por si tenías algún problema. Por lo demás, ibas a tu aire. Para mi, perfecto.

Excursion desde Flam

Excursion desde Flam.

Tras salir del barco, comenzamos haciendo el célebre recorrido en el Ferrocarril de Flåm. Era el motivo principal de hacer la excursión, pero en proporción fue lo más decepcionante del día.

Una vez terminamos el trayecto en la estación de Myrdal, hicimos un rápido transbordo a un tren de la línea Oslo – Bergen. El tren estaba estacionado justo al otro lado del andén en el que llegábamos desde Flåm y salió a los pocos minutos. Todo muy eficaz y bien planificado. Nuestro destino era la pequeña ciudad de Voss, a poco más de 40 kilómetros en linea recta. El viaje fue muy agradable, en un tren amplio y cómodo. El paisaje, sin ser tan espectacular como el de la zona de los fiordos, era bastante atractivo, recorriendo parte de la meseta central noruega. Un trayecto corto pero muy interesante.

Vangsvatnet

Vangsvatnet.

La estación de Voss está cerca del centro de la localidad, famosa como centro de deportes de Invierno y aventura. Aprovechamos el tiempo libre para dar una vuelta por la pequeña ciudad que, aunque agradable, tampoco tenía mucho que ofrecer. La mayor parte de los edificios de madera ardieron durante un bombardeo alemán en 1940. El único edificio realmente antiguo que queda, la iglesia de piedra del siglo XIII, estaba cerrado. Así que decidimos dar una vuelta por la orilla del lago Vangsvatnet, disfrutando de las vistas, hasta la hora de comer.

Hotel Fleischer's

Hotel Fleischer’s.

Dentro de la excursión estaba incluido un tentempié. No teníamos hambre, pero la comida era en el Hotel Fleischer’s, uno de los pocos edificios antiguos que queda en Voss, así que nos pareció una buena idea conocerlo. La comida no fue gran cosa y el hotel ha conocido mejores épocas. Pero en cualquier caso el edificio de madera, construido en estilo suizo en 1889, merece ser visitado. Un aliciente adicional fue la señora Gerd Fleischer, heredera de la familia y gerente del hotel. Veranea en España y, aunque apenas habla nuestro idioma, todo su afán era explicar a cada español que se ponía a tiro lo mucho que le gusta nuestro país, mientras te ofrecía un café tras otro.

Tvindefossen

Tvindefossen.

Finalizada la comida y con la tensión un poco alta por tanto café, subimos en un autobús con dirección a Flåm. El trayecto, por un amplio valle lleno de lagos, era muy atractivo. A unos 13 kilómetros, nos detuvimos en Tvindefossen. Debido a su sencillo acceso desde la carretera E16, es una de las cascadas más visitadas de Noruega. No es especialmente notable ni por su altura ni por el volumen de agua, pero su forma escalonada es muy hermosa, además de poco común en Noruega. La explanada que hay frente a la cascada es bastante amplia, por lo que es sencillo encontrar un rincón tranquilo en el que disfrutar del entorno.

De nuevo en el autobús, seguimos por la carretera E16 durante unos 20 kilómetros. En este punto, nos desviamos a la izquierda para seguir por el impresionante trazado de la antigua carretera de Stalheimskleiva, en lo que para mi gusto fue la mejor parte de la excursión.

Nærøydalen

Nærøydalen.

Tras reincorporarnos a la E16 seguimos el trayecto hacia Flam. La parte inicial recorría el valle de Nærøydalen, que habíamos podido ver desde la carretera de Stalheimskleiva. El trayecto, aunque corto, fue muy interesante, permitiéndonos ver desde otra perspectiva tanto las agrestes paredes de roca que habíamos visto desde el puerto como varias cascadas, sobre todo la espectacular Kjelfossen, una de las más altas de Noruega.

A la altura de Gudvangen, la carretera entra en un túnel, el segundo más largo de Noruega, con más de 14 kilómetros de longitud. Tras atravesar otro túnel algo más corto, la carretera llega al Aurlandsfjorden a pocos metros de Flåm. La carretera es una notable obra de ingeniería pero, al igual que en el ferrocarril de Flåm, lo que es bueno para las comunicaciones no siempre es bueno para el disfrute del paisaje.En cualquier caso la excursión, que en total duró unas seis horas y media, fue muy interesante y nos permitió hacernos una idea del interior de Noruega, más allá de sus espectaculares fiordos. La longitud del trayecto fue de unos 66 kilómetros en autobús y una distancia parecida en ferrocarril.

Para ampliar la información:

Se puede ver el itinerario completo de nuestro primer crucero por Noruega en https://depuertoenpuerto.com/crucero-noruega/.

Años más tarde, tuve la suerte de hacer una excursión parecida en invierno: https://depuertoenpuerto.com/noruega-en-una-cascara-de-nuez/.

Página sobre Voss en visitnorway: https://www.visitnorway.es/que-ver-en-noruega/noruega-de-los-fiordos/voss/.

En ingles, para los que no vayan en crucero, la compañía Fjordtours ofrece un recorrido muy similar: https://www.norwaynutshell.com/original-norway-in-a-nutshell/.