Tras una preciosa navegación matutina por su bahía, llegamos a Manila sobre las ocho de la mañana. Afortunadamente, atracamos en la terminal de ferry Eva Macapagal, en el puerto meridional de Manila. Queríamos visitar Intramuros, el antiguo barrio colonial español, del que nos separaba un corto paseo de unos quince minutos. Los primeros metros del recorrido los hicimos por un destartalado y poco agradable barrio portuario. Pero, tras cruzar Bonifacio Drive, el resto del paseo transcurría por una zona ajardinada, entre la ancha avenida y el campo de golf que rodea Intramuros.

Dyipnis frente al antiguo edificio de la aduana

Dyipnis frente al antiguo edificio de la aduana.

El tráfico de Manila, siendo demencial para el estándar occidental, es desde luego mas relajado que el de Vietnam. Aquí no tuvimos ningún problema serio para cruzar las calles. Lo primero que nos llamó la atención fueron los «dyipni», un medio de transporte público muy popular en Filipinas. Inicialmente, eran construidos a partir de los cientos de vehículos abandonados por las tropas estadounidenses tras finalizar la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, sus orígenes son mas diversos: camiones japoneses reacondicionados, pickups o cualquier vehículo que pueda ser reconvertido con facilidad. No tienen paradas fijas, lo que les hace a la vez flexibles y caóticos, contribuyendo en buena medida a la congestión del tráfico de Manila. Pero es indudable que su variopinta decoración da un toque de color al tráfico de la ciudad.

Río Pásig desde Jones Bridge

Río Pásig desde Jones Bridge.

Pasamos buena parte del día recorriendo Intramuros. Cuando terminamos la visita, aún nos sobraba algo de tiempo, por lo que, sin plan fijo, decidimos cruzar el río Pásig y dar una vuelta por Binondo, el barrio chino de Manila, que lleva a gala ser el mas antiguo del mundo. Binondo fue fundado por Luis Pérez Dasmariñas, gobernador de Filipinas, en 1594, con el propósito de concentrar a la creciente población china de Manila al otro lado del río, pero a tiro de los cañones de Intramuros. Aunque la mayor parte de sus residentes eran chinos convertidos al catolicismo, una revuelta en 1603 acabó en un baño de sangre, en el que pereció buena parte de su población. También sufrió varios bombardeos durante la ocupación británica en la Guerra de los Siete Años. Y, como no, durante la batalla de Manila de 1945. El resultado es un barrio un tanto caótico, lleno de edificios modernos y con un tráfico bastante denso.

Binondo desde el Jones Bridge

Binondo desde el Jones Bridge.

Al llegar a Binondo, cruzando el puente Jones, nos dimos de bruces con el nuevo arco de entrada a Chinatown, levantado en 2015 con los fondos del China Energy Fund Committee. El arco, que supuestamente es el mayor de su estilo en el mundo, no está exento de polémica, ya que una parte de la población con raíces chinas de Binondo, lo ve como una imposición de la cultura «oficial» china, que no representa su pasado de siglos de intenso mestizaje. Unos metros mas allá, en la misma calle, hay un segundo «Arco de la Amistad entre Filipinas y China», de dimensiones mas modestas, construido a finales de la década de 1970.

Interior de la basílica menor de San Lorenzo Ruiz

Interior de San Lorenzo Ruiz.

Llegamos hasta la basílica menor de San Lorenzo Ruiz, uno de los pocos edificios históricos que quedan en el barrio. El edificio original, de 1596, fue destruido durante los bombardeos británicos de 1762. Reconstruida en 1852, no tuvo que esperar a la batalla de Manila para ser destruida por segunda vez. El 22 de septiembre de 1944, la alcanzó un bombardeo estadounidense, quedando solo en pie el curioso campanario octogonal y los muros exteriores. Restaurada en la década de 1950, el resultado es decididamente «kitsch», con un altar que recuerda vagamente la fachada de San Pedro de Roma.

Manila desde la cubierta del Celebrity Constellation

Manila desde la cubierta del Celebrity Constellation.

Se nos empezaba a hacer tarde y, para regresar al puerto, debíamos volver a cruzar Intramuros. Decidimos que no merecía la pena seguir adentrándonos en Binondo, que por otra parte tampoco nos pareció un barrio demasiado atractivo. Tras desandar el camino recorrido por la mañana, regresamos al Celebrity Constellation con el tiempo justo para tomar algo antes de zarpar. La sensación que nos quedó de Manila es un tanto agridulce. Por una parte, nos gustó Intramuros y la extraña sensación de familiaridad que, para un español, emana de la ciudad vieja. Por contra, esa misma familiaridad priva a Manila del toque exótico característico de otras ciudades del sureste asiático.

Algunos vínculos útiles:
En el blog Vista al Mar hay una larga entrada sobre la destrucción de Manila en 1945: https://www.vistaalmar.es/ciencia-tecnologia/historia/4623-manila-fue-conocida-una-vez-como-la-perla-de-oriente.html.

Muy interesante la entrada de AltaïrBloghttp://www.altairblog.com/usuario/vWalker/blog/658/Manila_Perla_del_Oriente.

El blog Solo Ida tiene una entrada llena de información práctica: http://soloida.com/2016/11/12/que-hacer-en-manila-filipinas/ .

En https://depuertoenpuerto.com/crucero-mar-de-la-china-meridional/ se puede ver nuestro itinerario completo por el mar de la China Meridional.

En inglés, se puede encontrar algo de información sobre la terminal Eva Macapagal en el blog Islandhopping Geek: https://mcgutib.wordpress.com/2009/06/27/featured-ports-pmo-south-harbor/.

El blog The Urban Roamer tiene un interesante mapa interactivo con gran cantidad de lugares que visitar en Manila, cada uno con su página explicativa: http://www.theurbanroamer.com/mapmm/.