Hellesylt

El pequeño pueblo de Hellesylt se encuentra al final del Sunnylvsfjorden, uno de los brazos principales del Storfjorden, muy cerca de donde este se separa del Geirangerfjorden. Su población no llega a los 300 habitantes.

Desde la parte alta del barco, la sensación al llegar al fondo del Sunnylvsfjorden es un tanto extraña. El barco se va aproximando cada vez mas a tierra y parece que va a encallar en cualquier momento contra el camping que hay junto al muelle. Me imagino que la sensación para los que estén en el camping, viendo la mole que se les viene encima, tiene que ser igualmente impactante.

La mayor parte de los cruceros hacen una breve escala en Hellesylt. Lo justo para «descargar» a los pasajeros que tienen alguna excursión contratada, que normalmente son los únicos a los que se permite bajar a tierra. El barco suele zarpar rápidamente rumbo a Geirnager, donde hace una escala larga mientras espera a los que han desembarcado en Hellesylt. Es posible contratar alguna excursión por libre que te recoja en un puerto y te deje en otro, pero es una opción doblemente arriesgada. Por una parte, puede que el personal de seguridad no te deje salir del barco. Por otra, si consigues desembarcar y te falla la excursión, tendrás que arreglártelas para llegar a Geiranger por tus medios, ya que a la salida los barcos casi nunca paran en Hellesylt. Aunque la distancia en linea recta entre ambos no llega a los 18 kilómetros, no hay carretera directa, por lo que en coche se tarda mas de dos horas en cubrir el trayecto. En este caso, la mejor opción es coger un ferry, que tarda aproximadamente una hora y te lleva directamente de puerto a puerto.

Nuestra llegada fue bajo un cielo plomizo, del que ocasionalmente caían algunas gotas de lluvia. Por todos los problemas que acabo de describir, habíamos decidido contratar una excursión con MSC para visitar el glaciar Briksdal, así que pudimos desembarcar.

El principal punto de interés de Hellesylt es la cascada Hellesyltfossen justo en la desembocadura del río en el fiordo. Dos puentes cruzan junto a la cascada. Nuestro autobús estaba parado cerca de uno de ellos, entre el salto de agua y el fiordo. Tuvimos el tiempo justo para ir hasta el centro del puente y hacer un par de fotos antes de subir al autobús rumbo al Briksdalsbreen. Al salir, cruzamos el otro puente, en la parte superior de la cascada. Como no había tráfico, el chófer paró un momento en el centro del puente, para permitirnos disfrutar brevemente de la preciosa vista de Hellesyltfossen, con el fiordo al fondo. Así acabó nuestra breve estancia en Hellesylt.