Divisamos Geiranger por primera vez desde el mirador de Flydalsjuvet, la última parada en una excursión al Briksdalsbreen en la que, partiendo desde Hellesylt, habíamos recorrido una pequeña parte del interior montañoso de Noruega.

La vista desde Flydalsjuvet es una de las postales clásicas que todos tenemos en la mente cuando pensamos en Noruega. El mirador se encuentra a unos cuatro kilómetros de Geiranger, por lo que en principio se podría pensar que es relativamente sencillo llegar desde el muelle. Pero el único camino practicable es la carretera Fv63, que une Geiranger con el lago Langvatnet. Además del ascenso, relativamente pronunciado, el tráfico en verano es muy intenso, por lo que no parece el paseo mas agradable.

En el mirador hay un pequeño aparcamiento, que el día de nuestra visita era claramente insuficiente. A pesar de que el único crucero en el  fiordo era el MSC Splendida, era imposible estacionar, por lo que los autobuses optaban por parar en un costado de la carretera, creando un caos de tráfico digno de los mejores días de lluvia en Madrid.

Flydalsjuvet

Vista desde Flydalsjuvet.

Pero, una vez que conseguimos llegar al mirador, nos olvidamos de todo. La vista era espléndida. Desde los mas de 300 metros de altura, junto al barranco que forma el río Maråkelva, teníamos a nuestros pies el tramo final del Geirangerfjorden. El fiordo describe un amplio arco de noventa grados, por lo que únicamente se divisa un tramo de cuatro o cinco kilómetros del mismo. De no ser por los grandes cruceros que suelen visitarlo a lo largo de todo el verano, podría parecer un lago alpino. A pesar de que el día era gris, es una de las vistas mas hermosas que he podido disfrutar en la vida.

Tras la parada en el mirador, bajamos directamente a Geiranger por una carretera zigzagueante y bastante atascada. Llegamos al muelle con poco mas de media hora de margen antes de zarpar. El pueblo en si no tiene mucho que ofrecer, ya que todo el comercio y la hostelería está orientada al turismo. Su principal atractivo son las numerosas excursiones que se pueden realizar utilizándolo como base. Cansados después de un largo e intenso día, decidimos subir directamente al barco.

MSC Splendida en Geiranger

El MSC Splendida en Geiranger

El MSC Splendida estaba atracado en una curiosa plataforma flotante, que lo unía con el muelle. Construida en 2013, la plataforma puede dar servicio a un único barco. Esto, unido al alto precio de alquiler de la misma, hace que no todos los cruceros la utilicen.

La vista desde las cubiertas superiores del barco, sin ser tan espectacular como la que habíamos disfrutado desde el Flydalsjuvet, no dejaba de ser magnífica. Las enormes montañas que rodeaban el fiordo empequeñecían todo lo demás. Finalmente, poco después de las cinco de la tarde, la plataforma se separó del barco y, lentamente, comenzamos la navegación por el Storfjorden, rumbo a mar abierto.

Algunos vínculos útiles:

Se puede ver el itinerario completo de nuestro crucero por Noruega en https://depuertoenpuerto.com/crucero-noruega/.

Entrada sobre Geirangerfjord en Visit Norwayhttps://www.visitnorway.es/que-ver-en-noruega/noruega-de-los-fiordos/geirangerfjord/.

La página geiranger.no ofrece información práctica (en inglés): http://www.geiranger.no/index.php/en/.

Página sobre el puerto de Geiranger en Cruise Norway (en inglés): https://cruise-norway.no/destinations/geirangerfjord/.